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Voto de Cinemagavia:
676
Drama
1913, Budapest. Después de pasar su infancia en un orfanato, Irisz Leiter llega a la capital húngara con 20 años y la esperanza de trabajar de sombrerera en la antigua tienda de sombreros de sus padres biológicos. Pero Oszkar, el nuevo propietario, la rechaza. A su vez, se tendrá que enfrentar a su pasado cuando descubre un hermano que nunca supo que tenía. Su misión de encontrarlo la lleva a descubrir oscuros secretos mientras el país ... [+]
23 de diciembre de 2018
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Camino de reflexión
La trama sigue la aventura de la joven Irisz Leiter, quien es no solo la protagonista de la cinta, sino la que guiará al público a través de los hechos y será sus sentidos. Todo lo que ve, lo que siente, lo que va descubriendo, se abre paso de manera lenta hacia ella y hacia la audiencia: estamos ante un paseo por las ramas del autodescubrimiento, donde la búsqueda de la verdad, la purificación del pasado y el polvo de los secretos conforman un sendero de dudas, valor y compromiso con la identidad.
En ese aspecto, tenemos que construir la película mientras la analizamos, comprenderla tras sentirla, saborearla después de entender la voluntad de los personajes y sus acciones.
Ángulos y rostros
La fotografía y la ambientación están bastante logradas, y cada imagen parece un cuadro a descifrar, un enigma a resolver. Sin embargo, el uso de los mismos recursos se vuelve reiterativo y en algunas escenas llega a ser cargante o simplemente a no transmitir nada más de lo que ya se ha mostrado y/o sugerido.
Las actuaciones son muy correctas. Se nota que todos los actores han sido escogidos de forma específica para sus roles y que encajaban a la perfección en ellos. Cabe resaltar las magníficas interpretaciones de Vlad Ivanov y Juli Jakob. El primero por su firmeza, malicia y singular presencia. La segunda por la belleza de su sensibilidad: desde el comienzo se mete en la piel de Leiter y nos regala cada emoción con finura, realismo e intensidad.
Pasos inconclusos
Atardecer es un film para degustar con tiempo y calma. Su historia, aunque no goza de una gran originalidad, es bonita y nos enseña la fuerza que brota del alma de una mujer que está dispuesta a recorrer cualquier senda en aras de hallar la justicia y entender quién es y cuál es su lugar. No obstante, los esfuerzos del director por crear una atmósfera de misterio y confusión se tornan en su contra al dejar los hilos del guión sueltos, arrastrando demasiadas preguntas sin respuestas y provocando una pérdida de foco en el público.
Escrito por María Iglesias
https://cinemagavia.es/critica-pelicula-atardecer-sunset/
La trama sigue la aventura de la joven Irisz Leiter, quien es no solo la protagonista de la cinta, sino la que guiará al público a través de los hechos y será sus sentidos. Todo lo que ve, lo que siente, lo que va descubriendo, se abre paso de manera lenta hacia ella y hacia la audiencia: estamos ante un paseo por las ramas del autodescubrimiento, donde la búsqueda de la verdad, la purificación del pasado y el polvo de los secretos conforman un sendero de dudas, valor y compromiso con la identidad.
En ese aspecto, tenemos que construir la película mientras la analizamos, comprenderla tras sentirla, saborearla después de entender la voluntad de los personajes y sus acciones.
Ángulos y rostros
La fotografía y la ambientación están bastante logradas, y cada imagen parece un cuadro a descifrar, un enigma a resolver. Sin embargo, el uso de los mismos recursos se vuelve reiterativo y en algunas escenas llega a ser cargante o simplemente a no transmitir nada más de lo que ya se ha mostrado y/o sugerido.
Las actuaciones son muy correctas. Se nota que todos los actores han sido escogidos de forma específica para sus roles y que encajaban a la perfección en ellos. Cabe resaltar las magníficas interpretaciones de Vlad Ivanov y Juli Jakob. El primero por su firmeza, malicia y singular presencia. La segunda por la belleza de su sensibilidad: desde el comienzo se mete en la piel de Leiter y nos regala cada emoción con finura, realismo e intensidad.
Pasos inconclusos
Atardecer es un film para degustar con tiempo y calma. Su historia, aunque no goza de una gran originalidad, es bonita y nos enseña la fuerza que brota del alma de una mujer que está dispuesta a recorrer cualquier senda en aras de hallar la justicia y entender quién es y cuál es su lugar. No obstante, los esfuerzos del director por crear una atmósfera de misterio y confusión se tornan en su contra al dejar los hilos del guión sueltos, arrastrando demasiadas preguntas sin respuestas y provocando una pérdida de foco en el público.
Escrito por María Iglesias
https://cinemagavia.es/critica-pelicula-atardecer-sunset/
