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Voto de Adrián Cantor:
9
Drama El preso político Lu Yanshi es liberado cuando termina la Revolución cultural. Cuando regresa a casa, descubre que su esposa sufre de amnesia; no lo reconoce y continúa esperando el retorno de su esposo sin darse cuenta de que está a su lado. (FILMAFFINITY)
24 de marzo de 2016
32 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
El regreso a Casa de Zhang Yimou no podría poseer menos elementos para hacer una película de tan grande potencial, a pesar de que Gui Lai no se compare a sus películas más emblemáticas a la Maldición de la Flor Dorada (2006), La Casa De Las Dagas Voladoras (2004), Hero (2002) o Vivir (1994). A lo que yo llamaría “realismo mágico” (si así se le permite llamar) del entamado cultural chino, y a eso me refiero a batallas épicas donde predomina un sentido espiritual como saltos irreales, fuerza demoledora, paisajes de ensueño marcados de simbolismo chino, la película tiene una fuerte carga política, social en la narrativa propia de las mejores historias del cine o por que, la literatura.
La película posee un argumento poderoso, Zhang Yimou se remonta a los 70’s y el final de la revolución cultural China; la guerra popular que se prolongo por más de diez años por toda el territorio, con la intención de acallar a intelectuales y lideres políticos que pondrían en peligro el control que Mao Zedong, que aunque se le atribuyan ideas filosóficas del materialismo dialectico, aciertos económicos a nivel rural y urbano, aciertos en materia militar, y aciertos sociales muy positivos, los más fervientes maoístas no podrían negar el atentado ocasionado contra miles de personas por el hecho de pensar diferente o simplemente entender un poco de arte y cultura de Europa principalmente.
Y es que así inicia la historia, Lu un hombre capturado y que pasa diez años en prisión, logra escapar e intenta reunirse con su familia: Yu su esposa y Dandan la hija que dejo a los tres años de edad, el partido que logra en Dandan insertar un discurso de “Verdad” que permite que está le sea fiel al partido y por ende atente contra la vida de sus padres, traicionándolos.
Finalizada la revolución cultural, los presos políticos retoman su libertad y pueden regresar con sus familias, es ahí donde el dolor es aún más fuerte, ya nada vuelve a ser igual. Dandan se enfrenta al sufrimiento y el fracaso de lo que ella consideraba el mundo que deseaba, mientras los personajes se plantean el dilema del perdón y el eterno regreso.
La vejez resulta ser en ese orden de ideas el asunto principal, de forma violenta y visceral Zhang Yimou carga al espectador con un exceso de melancolía e ira ante aquel demonio llamado tiempo y las herramientas que nos atan a él, la poesía, la música, el recuerdo de un tiempo mejor están siempre presente como un fantasma ante la recursividad humana y el instinto de resistencia y esperanza.
Pero claro, nadie escapa a esta desazón, ni siquiera Yang, personaje responsable de parte del dolor de los tres personas principales y de su propia familia ante la inclemencia de la razón y el control político.
Adrián Cantor
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