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España España · Barcelona
Voto de Ulher:
3
Romance. Comedia. Musical Claudia (Angie Cepeda), una mujer joven y atractiva, tiene un café en el centro de Madrid, un marido y un hijo a los que adora y un guapo amante. Su vida parece perfecta, pero resulta que Pablo (Quim Gutiérrez) ya está harto de ser sólo su amante y la ha dejado por Elena (Miren Ibarguren), una joven simpática y cariñosa. Pero Claudia no está dispuesta a dejarlo escapar. Con la ayuda de su hermana (Juana Acosta) organiza un sencillo ... [+]
18 de julio de 2010
23 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Suele ocurrir que el mayor reclamo de una cinta sean sus protagonistas o su director, o tal vez una campaña publicitaria desorbitada o hasta incluso esa persona que un buen día se pone a escribir el guión. Esto último es lo que ha ocurrido con Una hora más en Canarias. Vendida al ser dirigida por el guionista de la exitosa El otro lado de la cama lo único que produce en el espectador es una sensación de fraude como se da en pocas ocasiones. Y es que ya se sabe que las comparaciones son odiosas pero aquí nos están obligando a hacerlo desde el mismo instante en que para promocionar esta triste cinta nos recuerdan con una sonrisa los bailoteos que se pegaba Paz Vega entre sábanas.
Es sabido que David Serrano, director de semejante despropósito, es un apasionado de los musicales y no sabemos si por esta pasión ha decido incluir tres numeritos musicales, si pueden denominarse así, para incluir la cinta en el género comedia musical. Lástima que una docena de bailarines que no aportan nada a la trama consigan desquiciar al espectador deseando que desaparezcan de la pantalla.
La película rodada casi en su totalidad en exteriores no consigue despegar en ningún momento y cuando se atisban instantes en los que parece hacerlo, gracias al buen hacer de Miren Ibarguren, el guión aparece de nuevo para que dejemos de soñar en El otro lado de la cama.
La trama, al más puro estilo comedia americana, llena de situaciones liantes que no dejan de sucederse sin ton ni son no engancha. No importa cual de las tres protagonistas conseguirá llevarse el gato al agua, ni los caminos hasta lograrlo ni tampoco importan los intentos de los actores por conseguir un buen resultado. Lo que realmente es trascendente es que se hayan invertido cuatro millones de euros en producir semejante film.
Al contrario que Martinez-Lázaro, que se rodeó en su día de actores en su mayoría cómicos, David Serrano ha apostado para los roles principales por actores casi principiantes en el humor, acertando de lleno. La exuberante Angie Cepeda, asidua de los culebrones sudamericanos, intenta convencer con unos chistes demasiado sabidos. Con otro guión en la mano la colombiana lo hubiera bordado. Mientras que su compatriota Juana Acosta ha de hacer todo lo posible para que olvidemos su bochornosa escena en la farola.
El gran descubrimiento ha sido Quim Gutiérrez. Desconocíamos su vena cómica y sorprendentemente es lo mejor de la cinta. Habrá que seguirle la pista.
A pesar de los intentos de su director de vendernos la película como un homenaje a Todos dicen I Love You de Woody Allen y que resuenen ecos del realismo mágico de Cien años de Soledad, no estamos más que ante un intento de comedia española en su mayoría vergonzoso.

Lo mejor: el tándem formado por Quim Gutiérrez y Miren Ibarguren.
Lo peor: sus ínfulas de comedia musical.
Ulher
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