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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de carlygom:
7
Drama. Comedia Daniel Mantovani, escritor argentino galardonado con el Premio Nobel de Literatura, hace cuarenta años abandonó su pueblo y partió hacia Europa, donde triunfó escribiendo sobre su localidad natal, Salas, y sus personajes. En el pico de su carrera, el alcalde de Salas le invita para nombrarle "Ciudadano Ilustre" del mismo, y Montavani, contra todo pronóstico, decide cancelar su apretada agenda y aceptar la invitación. (FILMAFFINITY)
18 de septiembre de 2016
45 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
Su lanzamiento pareciera arrancar (al menos en Argentina) con un nuevo enfoque en la presentación de un producto cinematográfico, en donde se propone una ficción en la que se mezcla de manera endemoniada al actor principal con el propio personaje, supuesto escritor del mismísimo libro en el que se detallan las características de propio guión que constituye la historia.
Crear un personaje ficticio para intentar confundir al público con su posible existencia no es un hecho nuevo: todo el arte es creación de elementos desde la mente del artista. Así como la corporización de Dios o Adán en los murales de la Capilla Sixtina es mera imaginación de Miguel Angel, pero igual conmueve; los autores siempre han intentado dar vida a grandes inexistentes, se llamen Madame Bovary o Dorian Gray.
Hubo autores que dejaron atrás sus propias identidades para dar vida a escritores que nunca existieron. Como fue el caso del Bustos Domecq de Borges y Bioy Casares, o la inexistencia real de los escritores portugueses Bernardo Soares, Alberto Caeiro, Álvaro de Campos, y Ricardo Reis, elogiados y a la vez criticados entre sí por el verdadero inventor de ellos: Fernando Pessoa.
Aquí se crea un personaje absolutamente ficticio, involucrado en cuestiones también de ficción, como que haya él sí recibido el Premio Nobel que reiteradamente le fue negado a su compatriota Borges.
¿Puede la ficción distorsionar hasta tal punto la realidad? Cuando se lo hace ¿es más un juego que arte? Me vienen a la memoria las travesuras con la historia del Zelig de Woody Allen o los Gloriosos Bastardos deTarantino.
Andrés Duprat, el actual director del Museo de Bellas Artes en Buenos Aires, arquitecto y experimentado curador de arte, es también el guionista de cine que acompaña a su hermano con su socio Cohn en la interesante carrera audiovisual. Pergeñaron años atrás los distintos ciclos de la serie televisiva “Televisión abierta”, un engendro entre kitsch y bizarro que ha hecho las delicias de toda una generación, y crearon la dinámica chisporroteante del canal Ciudad Abierta.
Así como los “happenings” y las “instalaciones” recrearon unas décadas atrás la concepción de las artes plásticas algo más inactivas, estos tres artistas se han propuesto ahora que el cine trascienda el mero hecho de ser una proyección a secas. Y pasar así a ser una conjunción de actos creativos, conjugados en una unidad de percepción múltiple y activa.
Leer el libro o ver la película, ¿son opciones? ¿La entrega de los Premios Nóbel es una realidad más concreta de la que se filma o la idea que se plasma en su relato desde supuestos testigos? ¿La obra creada con personajes actuados es más o menos posible que los acontecimientos que se cuentan en cualquier historia? ¿El hecho creativo deja de ser ficción cuando se lo corporiza?
Como cualquier otro mito, una historia instalada como tal suele ser más fuerte que la historia original que le dio sentido. Y muchas veces es más verdadera desde el relato, que lo que sucede en el día a día. Al menos, suele ser más permanente. ¿No es un argumento de validez?
El texto de Duprat (o del trío, nadie termina de asegurarlo) abunda en guiños sobre la propia naturaleza de la creación, válidos para descifrar –o tal vez comenzar a hacerlo- sobre la intención de esta propia obra.
El principal problema del film, es común a casi toda obra cinematográfica: está obligada a ceñirse a un tiempo limitado, que permita al espectador no sentirse abrumado de estar inmóvil mucho tiempo frente a una pantalla. Un tabú comercial que concluyó con la actual fortaleza que hoy tiene el streaming ya que cientos de personas pasan horas y horas para ver temporadas de 12 o 13 horas de sus series favoritas.
Y dado que gracias a internet, hoy se puede conocer todo el espectro de la crítica cinematográfica de un saque, invito a los lectores a hacerlo.
Antes que nada, quiero que conozcan mi posición frente a la crítica periodística, teniendo en cuenta la curiosidad de que yo mismo la he practicado en algún momento de mi labor. La crítica es –apenas- una opinión arbitraria y bien solitaria de alguien que, con algún bagaje técnico y cierta experiencia trata de orientar sobre lo que presenció.
Pero la obra de arte siempre está ahí, en general para ser apreciada, degustada o vivida. La tarea del crítico es sólo brindar una expresión personal a través de sus prejuicios, paradigmas y muchas veces la peor parte de su yo: fobias, obsesiones y visión distorsionada. También apenas.
Yo pienso que pocos críticos entendieron lo que es y lo que pasa con esta nueva experiencia.
“El ciudadano ilustre” es una creación fantasiosa de Daniel Mantovani, que poco tiene que ver con que sea o no ilustración de un caso vivido por él. Hace cuarenta años que dejó su tierra, y sólo le queda imaginarse todo. Intenta explicarlo en una conferencia de prensa, repleta de críticos que le hacen preguntas que lo exceden.
Estamos frente a una verdadera “instalación”, revestida con cierto aire oculto de ser un film o un relato escrito. Y si nos basamos en la obra completa del trío, no hay que leerla como una secuencia de escenas costumbristas, sino como una verdadera madeja que apela más al surrealismo que al naturalismo.
Pero la mayoría de los críticos argentinos siguen creyendo – los verdaderos y los de la ficción- que la historia es una obra costumbrista más. Habría que recordarles que la ficción es ficción, y un film es un film (http://www.todaslascriticas.com.ar/pelicula/el-ciudadano-ilustre).
Y hablando de limitaciones, este comentario era más largo, pero debió ceñirse a ¡6000 caracteres!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
carlygom
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