Lucius es un hombre muy rico y poderoso, un gran nombre en la industria musical del Pop y Hip-hop, tan influyente que recibe llamadas del mismo Obama cuando su hijo (el hijo de Lucius, no el de Obama) se pone entupido y se dedica a insultar al presidente por Youtube. Ahora sufre de una enfermedad tan rara que no tiene cura y cuyo desarrollo es lo suficientemente lento como para durar varias temporadas.

Ahora debe elegir quien se quedará con su imperio musical después que muera, y debe hacerlo entre sus hijos: el talentoso pero indisciplinado, el que lo avergüenza, el que no es artista. Y así una familia ya bastante distanciada amenaza con destruirse mutuamente por el premio mayor, con hermanos que pueden o no quererse y respetarse pero que se ven enfrentados por la codicia, los celos, la envidia y por padres cuya relación con sus hijos es como mínimo “complicada” (el eufemismo del año) cuando no bastante torcida* y que no vacilan en manipularlos y ponerles en contra. Con gente que regresa del pasado (entendido “pasado” como un eufemismo para cárcel) para obtener lo que consideran que es suyo –y de paso vengarse-. Una teleserie con todas las de la ley, pero entretenida, nada cursi y no nos provoca vergüenza ajena. Hay mucho Hip-hop y pop, el primero de los cuales es un género que no me gusta especialmente pero tampoco me desagrada, y quizás provoque un distanciamiento de los televidentes que detesten este estilo musical.

¿Tiene potencial “Empire” para convertirse en una gran serie? Quizás, posiblemente, solo he visto dos capítulos y engancha para ver mas. No todas las cosas convencen a la primera, el “cliffhanger” del primer capitulo parece algo forzado, injustificado de acuerdo a como es Lucius, o al menos de acuerdo a lo que conocemos de el, o tal vez no, tal vez Lucius tiene un lado oscuro (no es un chiste) que aun no conocemos.