El año pasado me sucedió algo similar con otra película protagonizada por THE ROCK y es que en medio de una terrible ola de calor sahariano busqué el fresco de una sala de cine y me tragué una de las peores películas de la historia del séptimo arte; BAYWATCH, LOS VIGILANTES DE LA PLAYA. Ayer, en un inusual día veraniego en pleno Abril, me tocó otro truño de asustar protagonizado por el cada vez más grande y peor actor DWAYNE JOHNSON.

Vale, es cierto que puede resultar gracioso, a veces, esa bis cómica y tierna a la que ya nos tiene acostumbrados el saco de músculos en que se ha convertido EL REY ESCORPIÓN y que su imagen inunda toda la pantalla, literalmente, pero es que las películas en las que participa, son tan malas que ya se han convertido en una especie de serie B propia, donde ya sea en la playa, en la octava galaxia o en Egipto, The Rock repite, una y otra vez el mismo personaje. Cabe decir, en honor a la verdad que el resto son tan malos que él sobresale por encima con gran facilidad, vamos, que se lo ponen muy fácil.

Si no tenéis nada mejor que hacer, pasas por una crisis existencial o tu objetivo es ponerte grande y darte una jartá de palomitas y Cola XXL, ésta es tu película. Abstenerse influencers, top models y adictos a la moda con la talla 36, no podréis soportar tanto tamaño.