El cine de época no solo ha sido un lujoso muestrario de los excesos y derroches cortesanos que dejan con la boca abierta, sino que ha sabido retratar magníficamente, las maquinaciones y engaños de todo tipo tipo de personajes en busca de mayores cotas de poder o simplemente de mantener el que ya se posee. Películas como EL CONDE DE MONTECRISTO, LOS TRES MOSQUETEROS, VALMONT, LAS AMISTADES PELIGROSAS…Etc., retratan un complejo mundo de conspiraciones e intrigas palaciegas en el marco de poderes absolutistas monárquicos o eclesiásticos.

El director Yorgos Lanthimos va más allá en su apuesta relatando una relación terrible entre tres mujeres; la reina de Inglaterra Ana Estuardo (Olivia Colman) y sus damas de compañía Lady Sara (Rachel Weisz) y Abigail (Emma Stone). Una relación afectiva, sexual y cuajada de engaños e intrigas que es una mirada demoledora a una corte decadente y putrefacta, donde los personajes solo se mueven por intereses propios; económicos, políticos o sociales o por puros caprichos personales, como en el caso de la reina Ana. Para eso no se escatiman ni comentarios soeces, impropios de la época o repugnantes argucias maquiavélicas de pérfidas mujeres y banales retratos de hombres que parecen más preocupados en sacar su miembro a pasear, a cualquier precio.

No deja títere con cabeza ésta producción inglesa que acaba de triunfar, merecidísimamente, en los BAFTA con nada menos que siete estatuillas y que deja una sensación de asombro y estupor en las salas en las que se ha proyectado, difícil de explicar; ¡Bravo!