A ver si me explico: No es una mala serie. No lo es. Si lo que se pretende es relatar una historia sobre un veterano de guerra y todos los conflictos dificultades y corrupción que les envuelven, tanto estando en servicio como en su vida de civiles, es una serie interesante, tirando a buena.

Si queremos un actor que sepa sobrellevar ese papel y descender a los infiernos de un ángel vengativo tras ser un hombre torturado en la anterior escena, efectivamente hemos elegido al correcto. Y, dado que el Punisher tiene algo de eso, se puede inferir que la elección del papel es acertada... ¿O no?

Pues es acertadísima para la historia que se quiere contar. Sin embargo, es conveniente tener en cuenta que aquí se pretende contar la historia de "El Castigador", un ex-veterano de guerra que, tras perder a su familia asesinada en el fuego cruzado de una guerra de bandas, decide iniciar una guerra infinita contra el crimen con una sola regla así de simple: "Si eres culpable, estás muerto".

El personaje debe medir dos metros (el "Micro" de Netflix le saca una cabeza al supuesto "Punisher"), ser un arma letal en sí mismo, también UN PRODIGIO EN TÁCTICAS DE COMBATE, y, en definitiva, un "one man army" que es capaz de barrer mafiosos, gángster y todo tipo de chusma de las calles. Punisher no se cuestiona la vida a cada paso, no ataca de frente en desventaja táctica, no cae en trampas y, por cierto... Estuvo a punto de ser sacerdote.

Micro es un informático friqui muy poco gracioso. Regordete, bajito y siempre metido en una furgoneta equipada con material informático como para parar un tren, además de ser un arsenal andante. Su principal misión es buscar objetivos para Castle y dirigirle hacia las zonas más seguras, rutas de escape, etc. En sus escaramuzas, además de darle apoyo logístico y trazar planes con buen fin. Eso es Micro, no hay más.

Resumiendo: Que el Frank Castle que conocemos de los comics no quemaría el chaleco de Punisher a los 20 minutos de su primer capítulo, que no dejaría jamás de luchar en su guerra y que no se cuestionaría qué va a hacer tras ella. A Punisher le mueve una venganza calculada y fría contra todo fuera de la ley, no sólo a los culpables de matar a su familia.

Por eso, aunque el actor borda su papel (e incluso puede hacer un Punisher más o menos creíble), la serie no sea mala y la historia merezca la pena, éste no es Punisher. A partir de ahí deberíamos empezar a hablar.

Luego, súmenle que las series de Marvel/Netflix están empezando a coger una inercia repetitiva preocupante: Presentación del personaje, un par de peleas buenas, algún malentendido que ponen al héroe como proscrito, un capítulo en el que le muelen a golpes y, ahora sí, nos ponemos el traje "molón" y vamos a por el gran final... Funciona donde funciona: en Daredevil y en Jessica Jones. ¿Y saben por qué?

Por el malo.

El malo siempre definirá la categoría de la película. Kingping mola, Killgrave es Dios y... Poco más. Por eso las series que no son las mencionadas anteriormente no terminan de cuajar. Se necesita un malo muy malo para ello, y en Punisher, como en Luke Cage o Iron fist, tienen que meter dos o tres para intentar que tengan peso porque con uno sólo no da... En todos los casos el resultado sigue siendo insuficiente.

Resumiendo: Muy buena serie, pero hay un abismo entre lo que se siente al ver los créditos con ese logo de la calavera que te pone a cien, y lo que pasa luego en la serie, que es una buena y cruel historia de ex-soldados, pero poco, poco de "El castigador".

A ver por dónde seguimos en el siguiente paso comiquero...