Haz click aquí para copiar la URL
España España · Córdoba
Voto de Ziryab:
8
Drama Cuando Julieta está a punto de abandonar Madrid para irse a vivir a Portugal, se encuentra por casualidad con Bea, una antigua amiga de su hija Antía, a la que no ve ni sabe nada desde hace años. Bea le cuenta que vio a Antía en el lago Como, en Italia, y que tiene 3 hijos. Aturdida por la noticia, Julieta cancela su viaje a Portugal y decide escribir sobre su hija, desde el día en que conoció a su padre durante un viaje en tren... ... [+]
21 de agosto de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No soy “almodovariano” pero tengo un gran respeto por el cine estridente que hizo Almodóvar en los años 80 y la mayor parte de los 90. Luego, a partir de “Todo sobre mi madre”, me descolocó porque, aunque siempre ha sido dramático –tragicómico si se prefiere–, desde ese momento quiso ser también hondo, grave, profundo, y lo quiso ser sin renunciar a las señas de identidad que le definen, ese “almodovarianismo” que bebe de las fuentes de una comicidad entre surrealista y delirante. Y a mí esa mezcla (hondura con estridencia) se me atraganta. Sin embargo –¡paradoja donde las haya!–, el Almodóvar que más hondamente ha llegado a calarme fue el de “Hable con ella” y lo ha vuelto a ser ahora con “Julieta”. Y lo es por la soberbia lección de cine que suponen estas películas y por la honda emoción que me han causado desde la delicadeza sin estridencias con que están hechas. Sin estridencias, sí. Porque carecen de estridencia en la manera en que yo entiendo la estridencia almodovariana. Los “almodovarianos” dirán –sobre todo de la primera– que son las películas menos almodovarianas (¿personales?) de Almodóvar, y quizá ello explica mi inclinación por ellas, pero no me importa. Me gustan. Mucho.
Julieta es un personaje femenino desgarrado, uno más en la filmografía del Manchego abundante en ellos, pero su fragilidad expresa, su explícita tristeza, ese sentimiento de culpa tan pernicioso como entendible y la honestidad radical de una inercia vital que la lleva a la consunción la convierten en antiheroína singular de una manera que no tiene más remedio que ser conmovedora. Soberbia Enma Suárez en el papel. Magnífica Adriana Ugarte.
No quiero perder de vista que buena parte del mérito sea quizá también de los relatos originales de Alice Munro en los que Almodóvar se basa para construir la película –uso el subjuntivo porque no los he leído–, aunque no lo digo con intención de desmerecer en lo más mínimo al director porque un buen relato no garantiza una buena película. De hecho creo que el guión está muy bien elaborado y que no se notan las costuras que hilvanan los tres relatos.
En definitiva, una muy grata sorpresa de un director con el que guardo las distancias a partes iguales desde el respeto y desde la desconfianza y que nunca acierto a saber por dónde me va a salir. Eso es punto a su favor.
Ziryab
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow