Estrenada unos cinco meses después de “Conan, el bárbaro”, “El señor de las bestias” es posiblemente la mejor imitación de todas las que frecuentaron la época en busca de beneficios.

Dirigida y escrita por Don “Phantasma” Coscarelli, se basa muy ligeramente en la novela de ciencia-ficción de la escritora Alice Mary Norton (que firmaba con el seudónimo masculino de Andre Norton) del año 1959 titulada igualmente “The Beastmaster”. De ahí Coscarelli extrae el título, algunos personajes y situaciones, pero sobre todo el sentido ecológico del film, que es el mayor acierto de la película bajo mi punto de vista. El resto es una copia de Conan sin más.

Su evidente tono familiar argumental y la presencia de Tanya Roberts, una de las chicas más guapas de “Los ángeles de Charlie”, son suficientes atractivos como para valorarla como una película que combina decentemente diversión y entretenimiento para todos los públicos, aunque con muchas limitaciones artísticas y económicas que no pueden ocultar que se trata de cine de ocasión y bastante oportunista.

Nota: 5,4.