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Voto de vircenguetorix:
6
3 de febrero de 2009
64 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
Guerras ha habido muchas, pero como la invasión de Afganistán por parte soviética muy pocas. Si analizamos los beligerantes ya nos encontramos con aspectos surrealistas. La URSS acude en ayuda del gobierno marxista de la República Democrática de Afganistán, que nos guste o no, era el legítimo. Musulmanes comunistas ya de por sí es una contrariedad. Pero lo más curioso es que se enfrentan a fundamentalistas islámicos que son apoyados al mismo tiempo por países tan distintos como Irán, teocracia chií, China que son maoístas leninistas, Estados Unidos una democracia parlamentaria, que a su vez apoya a Irak en su conflicto contra Irán y por último Pakistán y Arabia Saudí, esta última gobernada por una casa real wahabista sunnita que tiene tensas relaciones con el Ayatolá Jomeini.
Los resultados de la guerra fueron horrorosos para todos. Para los soviéticos a parte de los 30.000 muertos, cientos de miles de heridos, dejó al país tocado y hundido y el régimen desapareció además de una crisis de falta de confianza social que no se ha cerrado aún. Para los afganos todavía peor, un millón de muertos, seis millones de desplazados y una economía de retrocedió a la Edad Media y un gobierno muy débil que terminó en pocos años sucumbiendo ante las facciones integristas talibanes que traería todo lo que vino después y sufrimos en nuestros días.
Llevar por tanto una historia de ese conflicto al cine, no resulta fácil, y mucho más si es de Hollywood y se rueda en Israel. Y sin embargo Kevin Reynolds, el amigo del Costner, logra sacar buena nota.
Los soviéticos no aparecen como seres endemoniados –como aparecían en “Rambo III”, sino como chicos que a miles de km. de sus casas sufren las consecuencias de la vida dura de un conflicto bélico. Incluso hasta el capitán -el niño de los tanques-, aunque perturbado, es un personaje que inunda la pantalla y que tiene una fuerza descomunal.
Tiene escenas muy bien rodadas, de un mérito considerable, como las que transcurren en el blindado, y además el desierto transmite sed, confusión, soledad y terror al mismo tiempo.
Evidentemente no es perfecta, tiene demasiadas imperfecciones como para ser tomada en serio, tanto de documentación como narrativamente. Los muyahidines no iban sólo con rifles de la guerra mundial y motocicletas, sino que contaban con armamento sofisticado como misiles antitanques guiados o morteros de 120 mm.
Los resultados de la guerra fueron horrorosos para todos. Para los soviéticos a parte de los 30.000 muertos, cientos de miles de heridos, dejó al país tocado y hundido y el régimen desapareció además de una crisis de falta de confianza social que no se ha cerrado aún. Para los afganos todavía peor, un millón de muertos, seis millones de desplazados y una economía de retrocedió a la Edad Media y un gobierno muy débil que terminó en pocos años sucumbiendo ante las facciones integristas talibanes que traería todo lo que vino después y sufrimos en nuestros días.
Llevar por tanto una historia de ese conflicto al cine, no resulta fácil, y mucho más si es de Hollywood y se rueda en Israel. Y sin embargo Kevin Reynolds, el amigo del Costner, logra sacar buena nota.
Los soviéticos no aparecen como seres endemoniados –como aparecían en “Rambo III”, sino como chicos que a miles de km. de sus casas sufren las consecuencias de la vida dura de un conflicto bélico. Incluso hasta el capitán -el niño de los tanques-, aunque perturbado, es un personaje que inunda la pantalla y que tiene una fuerza descomunal.
Tiene escenas muy bien rodadas, de un mérito considerable, como las que transcurren en el blindado, y además el desierto transmite sed, confusión, soledad y terror al mismo tiempo.
Evidentemente no es perfecta, tiene demasiadas imperfecciones como para ser tomada en serio, tanto de documentación como narrativamente. Los muyahidines no iban sólo con rifles de la guerra mundial y motocicletas, sino que contaban con armamento sofisticado como misiles antitanques guiados o morteros de 120 mm.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Pero al margen de cuestiones técnicas, lo que menos me agrada es el síndrome Lawrence de Arabia o Un hombre llamado caballo, es decir, el ruso no sólo se une a ellos, sino que acaba siendo el que les saca las castañas del fuego. Puro etnocentrismo mil veces visto.
En cualquier caso es una película bélica muy recomendable, diferente y sobre todo que incita al debate y a la reflexión, aunque con el paso de los minutos la acción y la aventura van ganando peso a lo psicológico y ahí la película en vez crecer, va tornándose en un producto menor, cuando podía haber sido mucho más.
Nota: 6,4
En cualquier caso es una película bélica muy recomendable, diferente y sobre todo que incita al debate y a la reflexión, aunque con el paso de los minutos la acción y la aventura van ganando peso a lo psicológico y ahí la película en vez crecer, va tornándose en un producto menor, cuando podía haber sido mucho más.
Nota: 6,4