Haz click aquí para copiar la URL
Voto de irian hallstatt:
9
Drama Simon, un barrendero introvertido y socialmente inadaptado, tiene que mantener con su trabajo a su depresiva madre y a su ninfómana hermana. Al barrio llega un nuevo vecino con el que entabla amistad. Es Henry Fool, un ex presidiario condenado por delitos sexuales. (FILMAFFINITY)
17 de mayo de 2008
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
* Hartley recrea un mundo de barrio obrero estadounidense de forma fría y marchita, y lo puebla de unos pocos personajes contagiados de ese aire glacial y desesperante. Sus personajes no son simples autómatas cumpliendo una mera función en ese páramo urbano, por mucho aspecto y comportamiento zombificado que arrastren. Todos tienen su vida interior y sus conflictos, sus anhelos, pero como el mundo no los ha llevado por el camino deseado, este no parece ofrecer estimulación alguna, y se encuentran emocionalmente desamparados, sin nadie con quien compartir sus angustias –Hartley se encarga bien de aislar afectiva y socialmente a su personajes para generar una soledad cáustica; de hecho, sus suburbios podrían hacer las veces de erial postapocalíptico-, han decidido dejar pasar el tiempo: que el mundo gire a su alrededor, si es que movimiento alguno tiene, y que las sacudidas los afecten, en lo negativo, lo menos posible.

* Me da la sensación de que, con este primer esbozo de lo que de buenas a primeras nos ofrece Hartley, poco valor exportan estas líneas para atreverse a plantarse ante esta película –poca gente se lanza a ver films tan “ornamentalmente áridos”-, pero lo cierto es que desde las primeras escenas se vislumbra el ánimo de los personajes por cambiar mínimamente ese contexto, sus vidas, derivado de la aparición de Henry, que es quien impulsa a los demás, sobre todo a Simon, a una búsqueda que amplíe sus horizontes. Si no fuese por esto, y por que no decirlo, por esa musiquilla tan Hartley que acompaña en todo momento, logrando dulcificar lo que vemos, lo anodino del personal, de la ambientación, o esa cadencia tan contemplativa –y encima lo que debe contemplarse no está a la vista-, haría de “Henry Fool” algo irritantemente áspero. Pero el interés por constatar la capacidad revulsiva de Simon, Henry, Fay, y compañía, al menos a mi me mantuvo seducido en todo momento, lo que Hartley, siempre fiel a su estilo, consigue en cada película.

* Después la película nos hace reflexionar sobre el valor del arte, pues Simon intenta desahogarse de su situación dedicándose a la literatura, tarea para la cual Henry le convence de tener grandes aptitudes. Lo que Simon escribe parece leerse y sentirse, no entenderse, y mejor para nosotros, porque todo lo que tenemos son opiniones, nunca leeremos parte de texto alguna.

* Hartley nos vuelve a presentar unos personajes de complejidad tremenda; vuelve a descolocarnos con tesón y a golpe de relato; a desbaratar apariencias con una sutileza tenaz; a pintar paradojas y situaciones imposibles de lo más creíbles.
irian hallstatt
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow