Siempre me gustó mucho la Historia y conocer detalles de los personajes que la han marcado con letras de fuego, así que recuerdo muy bien la grata impresión que me causó ver esta serie cuando apenas era un niño. Mi padre había grabado la emisión de televisión y ciertamente quemamos las viejas cintas de VHS que contenían sus episodios, de tanto como las vimos.
Descubrí en esta serie a un hombre que podía ser a la vez cruel y amable, romántico y despiadado, generoso o implacable. Un ser humano en definitiva extremo y radical, que no admitía medias tintas y que causaba admiración o rechazo a partes iguales
Han pasado más de veinte años desde este hecho que ahora cuento, pero todavía siguen apareciendo en mi memoria, sorprendentemente nítidas, imágenes de una producción maravillosa en todos los sentidos, que nos acercó a la vida de un personaje que fue grande más allá de su nombre y que con su personalidad arrolladora, para bien o para mal, dejó su huella en la Historia.
Si después de tanto tiempo sigues recordando algo, es que ese algo ha sido importante para ti y es por ello por lo que me he decidido a escribir sobre esta serie, para recomendarla encarecidamente a todos los que lean esta crítica.
Estoy seguro de que agradecerán este consejo que doy, porque "Pedro el Grande" es por encima de todo una gran serie, una obra de arte, una joya de la televisión. Además retrata con una gran maestría a uno de los representantes más fascinantes y controvertidos que ha dado la raza humana, por lo que estoy seguro de que seguirán con una gran atención, cada minuto del metraje, absortos con una trama profunda e irrepetible.
Sin duda sus creadores hicieron un gran trabajo, secundado por un reparto que estuvo a la altura de la fama de un personaje, que cambió el curso de la Historia de su pueblo.
Viajen a Rusia con Pedro el Grande, hagan ese viaje con él y a ver lo que descubren.
No se arrepentirán.