Posiblemente no se merezca tanta nota. Posiblemente la historia de Pen-Ek Ratanaruang sea muy trillada y tenga más lagunas que Finlandia. Posiblemente las actuaciones sean en su mayoría acartonadas y planas. Pero a mí me ha gustado y me parece una de las pelis más entretenidas que he visto en estos últimos meses.

Digo esto porque la película mantiene un ritmo argumental que si obviamos sus fallos (que los tiene a mogollón) es tan vertiginosa como las historias pulp de los cómics baratos y de las pelis de serie B. El comienzo es tan grillado y sus personajes tan salidos de las viñetas que pronto dices: "bah, paso del realismo. Viva la violencia sin sentido". Que es más o menos lo que es, una sucesión hipercardiaca de escenas que van desde la comedia del absurdo hasta la violencia de serie B (algunos dirán Tarantino. Tarantino la hubiese disfrutado pero jamás rodado así) Tiene momentos que apenas hablan y ves gente muerta cayendo de un lado a otros, de las formas mas tontas y divertidas que te puedas imaginar. Aquí los mafiosos son de pacotilla, los policías medio lerdos y para colmo tienen frases contra su propio país, Tailandia, que provocarían escándalo en los países de lo Políticamente Correcto (la frase de "las mujeres tailandesas son putas y los hombres tailandeses narcotraficantes" es directamente brutal). La peli es lo que es. Una oriental con toques de silencio y escenas fuera de plano (el color aquí es esencial) pero con un humor que no se la he visto en otras pelis y con una violencia que disfrutarán gente como yo. Destacar la banda sonora (genial) y una protagonista (Lalita Panyopas) que conecta totalmente con el espectador porque sinceramente: ¿A cuántas personas seríais capaz de matar por 1 millón de Euros? ¿Yo? Hasta a mi madre.