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Voto de Bloomsday:
5
7,2
677
Drama. Intriga. Cine negro
Helen Ferguson (Stanwyck), embarazada y abandonada por su novio, emprende un largo viaje de Nueva York a San Francisco. En el tren conocerá a un joven matrimonio que también espera un hijo y que se dirige a la casa de los ricos padres de él. Pero el tren descarrila... (FILMAFFINITY)
17 de julio de 2011
13 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Mentira latente” es un agradable ejemplo de suspense convencional, divertimento típico de la época con la panoplia de claves del sistema de estudios de construcción de personajes y suspense y, a esto voy, con una moralidad “hays” reconocible en la puerilidad de un enfoque teatralizado de la intriga más práctica. Por ahí es especialmente chocante la insoslayable imposibilidad de que la heroína de turno sufriera arrebatos violentos o resolviera el papelón de pasados revoltosos, blackmails, etc. cometiendo crimen alguno.
Y aunque la peli es bastante previsible, me voy al spoiler.
Y aunque la peli es bastante previsible, me voy al spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
...
Pero claro, las tramas hay que despejarlas. ¿Cómo resolverlas si sabemos que la heroína no va a coger el toro por los cuernos? Con el socorrido “salvada por la campana”. Cabriolas y retruécanos argumentales improbables en forma de azares cruzándose inopinadamente. He visto recientemente “Miedo súbito” y “La casa de la colina”, por ejemplo, y responden también a esos mismos parámetros mediante los que el villano es ajusticiado apelando a la “ciencia infusa” (que si se cae solo por un precipicio, que si lo mata otro, que si lo matan por error…) quedando restablecida y salvaguardada la honorabilidad de la protagonista en el preciso instante en que empuña el arma y está a puntito de tomar papel activo.
Son giros que protegían de la violencia al “inocente” espectador escamoteándole cualquier atisbo de problemática moral mínimamente planteada (justificar un acto violento inducía a su imitación, decía las censuras de la época). Todas las premisas de este tipo quedan así reducidas a excusas argumentales para la confección de la intriga-consumo a la mayor gloria de la estrella de turno.
No creo que obviar aspectos de, digamos, genealogía moral pueda ser motivo de queja en estas cintas porque es utópico pedir peras al olmo. Lo realmente pernicioso es que la naturalidad en el desarrollo de las tramas suele verse afectado por ese “Hays ex machina” improvisado. Y aquí ya hablo de una cuestión de desarrollo narrativo, que por ahí este tipo de cine sí puede ser cuestionado.
Quedaba, pese a todo, la perspectiva de un producto artesano con clima y ritmo que entretuviera a las masas las tardes de programa doble. En ese sentido, claro, casi nunca hay demasiado que objetar.
Pero claro, las tramas hay que despejarlas. ¿Cómo resolverlas si sabemos que la heroína no va a coger el toro por los cuernos? Con el socorrido “salvada por la campana”. Cabriolas y retruécanos argumentales improbables en forma de azares cruzándose inopinadamente. He visto recientemente “Miedo súbito” y “La casa de la colina”, por ejemplo, y responden también a esos mismos parámetros mediante los que el villano es ajusticiado apelando a la “ciencia infusa” (que si se cae solo por un precipicio, que si lo mata otro, que si lo matan por error…) quedando restablecida y salvaguardada la honorabilidad de la protagonista en el preciso instante en que empuña el arma y está a puntito de tomar papel activo.
Son giros que protegían de la violencia al “inocente” espectador escamoteándole cualquier atisbo de problemática moral mínimamente planteada (justificar un acto violento inducía a su imitación, decía las censuras de la época). Todas las premisas de este tipo quedan así reducidas a excusas argumentales para la confección de la intriga-consumo a la mayor gloria de la estrella de turno.
No creo que obviar aspectos de, digamos, genealogía moral pueda ser motivo de queja en estas cintas porque es utópico pedir peras al olmo. Lo realmente pernicioso es que la naturalidad en el desarrollo de las tramas suele verse afectado por ese “Hays ex machina” improvisado. Y aquí ya hablo de una cuestión de desarrollo narrativo, que por ahí este tipo de cine sí puede ser cuestionado.
Quedaba, pese a todo, la perspectiva de un producto artesano con clima y ritmo que entretuviera a las masas las tardes de programa doble. En ese sentido, claro, casi nunca hay demasiado que objetar.