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España España · Cines Astoria Alicante
Voto de Bloomsday:
8
Drama Pablo (Alfredo Mayo), un amigo de Julián (López Vázquez), acaba de casarse con Elena (Geraldine Chaplin), una sofisticada extranjera. Julián se obsesiona tanto con ella que empieza a cortejar y a tratar de cambiar el aspecto físico y los hábitos de la enfermera que atiende su consulta, ya que se parece bastante a Elena. (FILMAFFINITY)
8 de abril de 2010
44 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
-El final-

Manejándose en dos niveles (realidad-irrealidad), la película culmina en un estallido catártico que vomita lo obsesivo y lo compulsivo del protagonista en una postrera superposición de niveles textuales fundiéndose y confundiéndose (el mundo interior, por un lado; y el exterior del entorno por otro).

A ese desenlace –que menciono de forma imprecisa, sin explicitar detalles– se va consagrando la construcción del metraje en sucesivas referencias que unen el plano onírico con el real. Fogonazos de memoria suprarrealista o inventada emergiendo poco a poco hacia el plano racional (Geraldine Chaplin va y viene de la realidad al ensueño, ya sea a través de fantasías o de reconstrucciones usando a otra mujer, ofreciendo la dualidad de lo simulado y lo real, lo real y lo soñado, etc).

-Simbolismos-

Separándonos de la configuración narrativa, y en lo que se refiere al orden temático, la película se centra en los elementos simbólicos ya mencionados en la página por otros usuarios: las dos Españas (la de pujanza económica de los 60, burguesía acomodada, moderna; y la provincia tradicional de usos, costumbres y represiones pacatas).

-Blow Up-

La música pop, las medias rojas, la falda verde, la peluca, la cámara de fotos, Antonio Saura, los museos, el arte contemporáneo… Y, sobre todo, el tratamiento de película donde las reglas de una línea narrativa real o veraz y otra de ensoñación confluyen en una misma materia cinematográfica sólida e independiente que va más allá de un orden articulado para la ficción y la representación.

-Buñuel-

Cabe destacar también el elemento buñueliano (expresamente subrayado por Carlos Saura) en la anécdota de la ruta de tambores de Calanda y el clima cerrado, atrabiliario en su intimidad, de una fisicidad que se desborda contenida en el tratamiento fetichista del sexo (condición enferma de un erotismo complejo y acomplejado como forma de posesión-sumisión de un objeto).

-La Rompida de la hora-

Enormes los planos de la Rompida de la hora, con Geraldine Chaplin aporreando tambores en plena Semana Santa. Imagen que sirve como muestra del revoltijo en la mente de un López Vázquez de tradición religiosa, represión y a su vez fascinación por el ideal de mujer pecaminosa y cosmopolita que tan lejos quedaba del españolito medio (con sus medias de rejilla y sus pestañas postizas). Imagen que refleja una psique, una sociedad y el universo creativo de un director de cine. Y casi, diría, de cierto tipo de cine español que habría de venirse.
Bloomsday
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