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España España · Cines Astoria Alicante
Voto de Bloomsday:
7
Drama Juan y su familia urbana viven en el campo mexicano, donde ellos disfrutan y sufren un mundo aparte. Y nadie sabe si estos dos mundos son complementarios o si se esfuerzan por eliminar el uno al otro. (FILMAFFINITY)
30 de noviembre de 2013
29 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Las personas tenemos una idea extremadamente simple y breve de lo visible”.
Alexander Sokurov
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INTRO--
Reygadas asume un punto de vista ruso (Tarkovski, Sokurov): revestir la imagen con la fuerza directa de la vivencia, el recuerdo o el ensueño. Como dice el propio director, la película consiste en "abrir una ventana en su mente o en su alma (…) o en los sueños de alguien".

LABERINTOS--
Eso afecta a la estructura: escenas sueltas, constantes diferimientos en los giros y desarrollos. Sin embargo, hay una trama que se sigue sin dificultad (siempre asumiendo la vehiculización fragmentaria del discurso narrativo "in media res", de hechos consumados y saltos temporales). Hay que ordenar la trama, pero ese orden está, hay una definición de situaciones y caracteres (las fiestas, la sauna, la rutina familiar…) pero lo más destacado es el carácter onírico de algunos pasajes. Es ahí donde 'Post tenebras lux' tiene su principal baza. Una baza ajena a la lógica expositiva.

EL ÁRBOL DE LA VIDA--
La naturaleza hilozoísta interactúa como parte de nosotros en un todo orgánico: ricos y pobres, animales y árboles, lluvias, lo consciente y lo inconsciente, la cognición y la memoria. Incluso el diablo. Reygadas retrata desde un lacerante primitivismo, rescata el golpe de la lluvia (es importante estar a la parcela técnica donde cualquier sonido se potencia), el trueno, la iridiscencia de la luz y el agua. La naturaleza se inmiscuye en los momentos de intensidad dramática (ruge la tormenta y la discusión; nos inmolamos al ritmo de una lluvia torrencial purgando nuestros pecados allá donde soñamos).

MENSAJES--
El director plantea la existencia como una lucha contradictoria, una calma tensa antes del partido de rugby (deporte que Reygadas practicó de adolescente). No quisiera buscar yo en la insatisfacción burguesa (sexual, familiar, alcohólica…) ni en la precariedad proletaria y rural ninguna crítica o moraleja, solo hastío y contradicción existencial. Solo “vida” deambulando por los años. Al final las interpretaciones surgirán, claro, por pura costumbre o contrato racional, pero lo dice el realizador: “No quiero decir que lo que le sucede a Juan representa la venganza de la clase oprimida, porque no me interesa hablar de clases. Es un asunto que trasciende ese tipo de divisiones”.

LA ZONA RUSA—
Me quedo con el fresco de naturaleza humana, de tierra y cielo. Lo humano y lo demoníaco latiendo sobre la faz de la Tierra. La luz después de la oscuridad. La dualidad humana, contradictoria, panteísta y memorística. Por eso los recuerdos de infancia, los perros y los árboles. Por eso los hijos (los críos protagonistas son hijos de Reygadas en la realidad). Todo parte de la vida y de la muerte. El mundo como una plancha de metal que nos aplasta con ansia apocalíptica de juicio final. La película acaba siendo un recuento de nuestras debilidades y flaquezas. Y, por supuesto, de nuestros sueños.

Porque los sueños (y la parte de memoria que es onírica también, como cuando Juan recuerda una infancia donde “solo tenía que existir”) tienen un papel capital en el film. Con un sueño parece abrirse la película en la que es la escena más celebrada (“¿soñaste con vacas?”). Lo onírico aparece con un demonio que puede adelantar una tragedia tan cotidiana como una caja de herramientas. Ahí cobra relevancia lo fundamental: el goce estético y fenomenológico de la observación, la experiencia sensorial del puntillista uso del sonido o la preciosista fotografía. La película crece a través de la sensación: bordes distorsionados, márgenes duplicados del cuadro apelando al inconsciente. También el 'It´s only a dream' de Neil Young nos da la pista de unos tiempos que se confunden (la secuencia de la playa, el desorden argumental).

Reygadas, aunque es capaz de una prosa fílmica que dibuje con un corte de montaje el silencio incómodo de una cita de Chéjov, nos invita a preguntarnos si hay algo más cinematográfico que el retrato-secuencia del movimiento de la luz (silenciosa) del sol.

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"La idea de contemplación, de observar, es fundamental en el cine. Las cosas son más de lo que significan". Carlos Reygadas
Bloomsday
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