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España España · Madrid
Voto de Zoby:
4
7,2
15.318
Animación. Drama Jiro Horikoshi, que sueña con volar y diseñar hermosos aviones, se inspira en el famoso diseñador aeronáutico italiano Caproni. Corto de vista desde niño y por ello incapaz de volar, se une a la división aeronáutica de una compañía de ingeniería en 1927. Su genio pronto es reconocido y se convierte en uno de los más prestigiosos diseñadores aeronáuticos. Film biográfico que recrea hechos históricos que marcaron su vida, como el ... [+]
1 de mayo de 2014
49 de 79 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es la primera película que veo de Hayo Miyazaki, y tengo la sensación de que eso ha sido un punto a favor a la hora de poder valorarla y evaluarla.
Un punto en contra pudo ser el hecho de tener las expectativas demasiado altas, ya que me hablaron y leí maravillas de este señor y de sus anteriores películas. Leí incluso maravillas de la propia 'El viento se levanta'.

Así que, después de verla, creo sinceramente que si esta película no estuviese firmada con ese nombre y apellido no tendría tan altas valoraciones.
Las dos horas que dura se me hicieron bastante pesadas por momentos; la prueba de ello es que miré el reloj, y lo hice varias veces. Desde sus primeros minutos no me enganchó y me pareció que se trataba de un derroche de recursos estéticos en busca de una belleza que poco tenía detrás.
Es innegable que como animación, y en términos estéticos, la película no es mala; pero, claro, ¡faltaría más que después de tantos años dedicándose a ello, a estas alturas lo hiciera mal! Éso, por sí solo, poco mérito tiene.

La historia está mal contada, mal tejida entre sí, mal estructurada y con grandes lagunas en sus planteamientos. Por no decir que la historia en sí, personalmente, me parece que no tiene apenas atractivo.
En ningún momento sentí empatía con el protagonista (y creo que conservo la cabeza y el corazón) ni por su pasión por los aviones y las avionetas.**(NOTA EN SPOILER A RAÍZ DE ESTO)

Me parece que la película peca en casi toda su historia de hacer un uso de recursos poéticos facilones, y por otra parte se pierde en tecnicismos absurdos que rellenan hasta llegar a completar dos horas de metraje, que a veces resultan soporíferas.
No me convence ni me dice mucho su pasión por las avionetas, ni su actitud ante la vida, ni su amor y su relación con la chica del pelo azul. De hecho, siento rechazo por esa actitud que muestra ante la vida, sumergiéndose en sus planos de aviones de guerra, mientras su mujer se pudre a causa de la tuberculosis.
Siento, a medida que avanza la película, que el protagonista es un cobarde, que trata de esconder esa cobardía tras esa pasión por los aviones y esas maneras poéticas de rescatar una sombrilla o de ofrecer bizcocho a niños solitarios en la noche.

Y cuando la película podría haberse salvado un poco a sí misma, vuelve hacer aguas y hundirse poco a poco, cuando no es capaz de mostrar la valentía de ahondar en el conflicto moral entre el hobby-pasión por los aviones, y las consecuencias evidentes que tendrán esos aviones, la colaboración en una guerra, en el asesinato de miles de seres humanos tan sólo por intereses económicos y políticos de potencias mundiales. La película adopta la postura de su propio protagonista, y cae en la cobardía, el infantilismo, la ambigüedad y la equidistancia, lo cual en este caso va a unido a la complicidad criminal, que difícilmente se puede ocultar con recursos poéticos.
Es reveladora aquella conversación del prota con su compañero, después de que los niños rechazaran su ofrecimiento de bizcocho, en la cual su compañero viene a decir lo siguiente: sí, todo este rollo de los aviones es carísimo, y con todo el dinero que cuesta se podrían alimentar a montones de familias pobres, pero la verdad es que me la suda, yo me piro a diseñar aviones; tú haz lo mismo.
Y el prota, claro, lo hace.

Tanto viento en la película se queda tan sólo en una pequeña ventolera, que no puede sacudir al espectador, más allá de los recursos poéticos facilones ya mencionados y del apellido del director de tanto viento.
Por momentos parece que va a levantar el vuelo, pero en seguida vuelve a caer estrepitosamente, y en líneas generales tan sólo es capaz de ascender medio metro del suelo. El avión falla casi por todos lados.

Como dije, lo único que salva a esta película es la imagen, los colores, la estética visual (aunque a veces sea demasiado pastelosa), pero de poco sirve eso si no hay nada tras el color, sólo color.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Zoby
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