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Voto de el pastor de la polvorosa:
6
Comedia. Thriller Dos inspectoras de asuntos internos de la policía, Sally Marinelli (Kiberlain) y su ayudante Esther Lafarge (Huppert), son destinadas a una comisaría fuera de la capital para investigar un caso de corrupción relacionado con la muerte de un confidente. En su vida privada son dos mujeres violentas: Esther golpea a su marido, y Sally domina sin problemas a los hombres. Bajo la atenta mirada del jefe de policía, las dos intentarán resolver ... [+]
20 de marzo de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
He aquí una película verdaderamente extraña y desafiante: la tentación inicial es tacharla de estupidez, o tomadura de pelo.

Su director es un respetado crítico de cine y, desde un punto de vista cinéfilo, podríamos definir la trama de la película como una mezcla de Persona de Bergman (porque muestra el proceso de identificación de dos mujeres que conviven, en este caso por motivos de trabajo) y Blow-up de Antonioni (porque se inicia como una intriga policial, pero al final se desentiende por completo de ella). A diferencia de Bergman y Antonioni, Serge Bozon desarrolla la película sin ninguna seriedad, como una especie de comedia absurda que no tiende a provocar la risa sino la perplejidad del espectador.

Pero esa perplejidad forma parte de su intención crítica: parece que el cineasta pretendiera agredir la autosatisfacción de “La France”, hasta casi promover una especie de Frente Anti-nacional como única solución para enmendar esa sociedad de urbanizaciones sin alma, de hombres y mujeres que solo viven para triunfar en su trabajo (que mezclan irremediablemente con su vida personal; el voyeurismo y sadomasoquismo de las protagonistas no es más que el desplazamiento íntimo de las funciones policiales básicas en el ámbito de la parodia: espiar y golpear). Así, los emigrantes procedentes de países menos desarrollados representan la única esperanza de una vida auténtica: los maridos de las dos mujeres policía son extranjeros, y el policía racista al que interpreta François Damiens trata de aprender árabe para su vida personal. En última instancia, los únicos personajes positivos son los argelinos: la bella viuda a la que interpreta Karole Rocher, o el joven ingenuo encarnado por Aymen Saidi, cuyo baile es mi escena preferida de la película: https://youtu.be/2zNa2rEqW0s
el pastor de la polvorosa
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