Una película argumentalmente modesta que cuenta una serie de anécdotas con cierta habilidad y que giran en torno al gran acontecimiento que siempre ha sido el Festival de Benidorm. Hay una aceptable ambientación y situaciones que pretenden resultar graciosas y que consiguen su objetivo mediante una planificación más o menos firme y con un estilo narrativo desenfadado aparte lógicamente de un guión con el suficiente interés. Rafael J. Salvia demostró habilidad posteriormente como guionista cuando colaboró en los guiones de varias producciones de Pedro Masó pasando luego a hacer guiones para Rafael Gil. En esta película Carmen de Lirio aporta su elegancia interpretando con decoro su papel y nos encontramos con un Manolo Gómez Bur bastante desaprovechado. El espectador mientras que consume una historia que puede agradarle y con algunas escenas con cierto valor documental también espera a las canciones con entusiasmo. Y es la parte musical algo especialmente atractivo que realza a la obra dentro del resultado que alcanza. Las actuaciones de Elia Fleta, Lolita Garrido y Los Tres Sudamericanos animan un film en el que podemos encontrar también unos momentos de romanticismo bastante agradables. Es sin duda una de las películas más logradas de su director, resulta representativa del concepto de comercialidad digna y tiene un bello desenlace.