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Voto de Vagabundoespiritual:
4
Ciencia ficción. Thriller. Terror Mientras la nave que los relevará de sus operaciones se acerca, un grupo de astronautas exploradores se topa con un descubrimiento: unas muestras rocosas revelan evidencias microscópicas de vida. Unas horas antes de abandonar el planeta, dos de los astronautas regresan al cavernoso valle donde hallaron las muestras para reunir más hallazgos. Pero uno de ellos sufre un accidente... y su cuerpo es infectado por la misteriosa y terrorífica ... [+]
27 de septiembre de 2014
26 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Last Days on Mars es la enésima película ambientada en el plañera rojo y en ella se narran las últimas horas en Marte de una expedición conjunta, llamada Aurora, integrada por ocho astronautas al mencionado cuerpo celeste, para estudiarlo y recoger muestras que permitan un conocimiento más profundo del mismo. Después de seis meses de investigaciones y justo diecinueve horas antes de que se produzca el relevo del equipo, una de las parejas que está analizando muestras extraídas del subsuelo halla microorganismos en una de ellas. Sin mencionar nada al resto de los integrantes de la misión y mintiendo para poder salir de la base, se dirigen al lugar donde se encontraron dichos microorganismos para intentar conseguir más pruebas de su existencia. Una vez allí, el terreno colapsa a sus pies y uno de ellos es tragado por una enorme y oscura cavidad. El caos y la desesperación se apoderan del resto de la expedición que intenta rescatarlo y averiguar que está ocurriendo, pero ninguno imagina las terribles consecuencias del increíble descubrimiento marciano.

Rouri Richarson, que deslumbró con su cortometraje Blinky, realiza su debut en el largometraje con esta película de ciencia-ficción con elementos de suspense y terror. Si bien es cierto que las buenas maneras que mostraba en el mencionado corto se atisban, e incluso se superan en algunos instantes, sobre todo al principio del film, en líneas generales la realización de la película por parte de este cineasta irlandés se muestra convencional, sin personalidad propia y sin capacidad para generar la tensión que pide a gritos la historia.

Aunque el escaso presupuesto del film supongo que condiciona la realización del mismo, es evidente que nos encontramos con una serie b de las de toda la vida, algunos aspectos técnicos como la fotografía (fabulosa), la dirección artística y el vestuario salen muy bien parados si los comparamos con los de las aburridas, o directamente lamentables, Planeta Rojo de Anthony Hoffman y Misión a Marte de Brian De Palma, que tenían un presupuesto muchísimo más elevado que el de la película de Rouri y cuyos resultados aún eran mucho peores. Otro cantar son los efectos de maquillaje y algún efecto digital que andan bastante justos y nos evidencia el tipo de producto ante el que nos encontramos.

No obstante, el gran inconveniente de la película y que la lastra hasta el punto de convertirse en otra cinta más de marcianos, pese a lo sugerente del planteamiento, es el guión firmado por Clive Dawson, que adapta a la gran pantalla un relato corto del novelista Sydney J. Bound. El libreto nos ofrece un carrusel de personajes arquetípicos en situaciones predecibles y recurrentes, junto a alguna absurda o incoherente, que apenas nos brindan la más mínima pizca de originalidad o sobresalto. Es increíble cómo a partir del minuto 20 la película se convierte en una sucesión de situaciones que anticipamos mucho antes de que se produzcan sin un ínfimo margen al error. Incluso el final, que podría haber maquillado algo el conjunto, se muestra insustancial y apático.

Afortunadamente, la película cuenta con dos bazas que la libran de la quema más absoluta. La primera es un montaje ágil que hilvana de forma dinámica todas las acciones de la película haciendo que la hora y media que dura esta producción pase bastante rápida. La segunda es un reparto fantástico que, a pesar de no tener ninguna estrella rutilante, se muestra muy eficaz y solvente y consiguen que nos creamos a cada uno de los personajes en su lucha desesperada por la supervivencia. Entre los ocho actores que integran el reparto sobresalen: los siempre serios y enérgicos Liev Schreiber y Elias Koteas entre los hombres, y entre las féminas, la fascinante y sicalíptica (al menos para un servidor) Olivia Williams y una sorprendente Romola Garai.

En resumen, aunque la película posee un prólogo estupendo (por un sólo instante la combinación de imágenes y música te remite a la grandiosa 2001: Odisea del Espacio del maestro Kubrick), un primer tramo inicial (el planteamiento) muy bueno y un ritmo que no deja que la somnolencia nos invada, lo cierto es que la función se hunde cuando las bacterias empiezan a provocar “marcianadas” en la tripulación y todo se transforma en un rutinario y sin brío viaje por lugares comunes mil veces transitados y mejor contados, que no sólo genera indiferencia sino lo que es aún peor, que el olvido nos invada una vez finaliza la proyección.
Vagabundoespiritual
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