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Voto de Adrián Esbilla:
6
Drama Caine, un joven afroamericano del barrio angelino de Watts, cuyo padre era traficante y su madre drogadicta, vive con sus abuelos maternos que intentan inculcarle los buenos valores que sus padres no pudieron darle. Pero sigue en el ghetto, lo cual hace que se junte con otros jóvenes, entre ellos una malísima influencia como lo es su mejor amigo, O-Dog. La violencia le rodea y tendrá que tomar una motivación existencial para poder ... [+]
30 de julio de 2009
14 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reflejo incontestable de realidades (resuena el eco entre los "projects" de la monumental "The Wire") y reflexión sobre las contradicciones y servidumbres de "ser un negro en América", como dice el personaje de Dutton, realizado con un sentido de la observación admirable, un gran oído para la rítmica de los diálogos y no poco humor descarnado. Está filmada con convicción, y bastante bien interpretada (excepto por un Tyrin Turner que no da la talla en el papel protagonista), con una guapísima Jada Pinkett intentando dar una verdadera oportunidad al antihéroe y Larenz Tate, puro nihilismo del ghetto robando la película sin esfuerzo como verdadera pesadilla de la América acomodada ("joven, negro y sin nada que perder") que protagoniza los momentos de violencia más absurda y escalofriante (la escena con el pobre yonqui) mostrando una falta total de apego a la realidad (las escenas donde miran el video del asalto que abre la película son soberbias en su total indiferencia, recordando a otra análoga de "Henry, retrato de un asesino) y un abotarga sentido de la moral. La película mantiene una visión ambigua y poco complaciente que no obvia la autocrítica, pero resbala en un final que resulta un pegote horrible (y la escena de cama está sacada de algún videoclip hortera), muy mal resuelto, con un incómodo tufo a cliché pese a ser la resolución natural del drama. Aún así, es un buen trabajo (solo su ejemplar secuencia de apertura ya justifica la visión de la película, una breve secuencia que es un destilado de miedo racial) y no hay que olvidar que una primera película (y todavía la mejor de los Hughes), con todo lo que eso conlleva, falta de pericia en algunos momentos, soluciones facilonas, algún lugar común de más y ganas de llamar la atención que ocasionalmente pueden ir en contra del rigor de la cinta, además de que la inspiración en Scorsese resulta, por momentos, excesiva, casi es una revisión angelina y negra de "Malas calles".
Adrián Esbilla
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