A mí no me molestan los efectos especiales: no son la releche, pero tampoco desmerecen. Además, si la película es buena y te mete en el papel, uno se cree lo que haga falta (recordemos la taberna galáctica de Star Wars, por ejemplo).
Lo que sucede aquí es que la película es cutrísima. Cuando un guión es malo se suele decir aquello de que lo podría haber escrito un niño de 10 años, pero en pocas ocasiones se puede tomar tan literalmente esa afirmación.
Y si el guión es malo, la dirección no se anda a la zaga. Es increíble ver cómo escenas calcadas de otras películas (el señor de los anillos, godzilla, jurassic park) no generan ni por asomo las sensaciones de sus originales, no ya por la repetición, sino por la falta de conexión y de química entre lo que les sucede a los personajes y el espectador. No te crees nada, y así, por mucho efecto especial que pongas, la cosa jamás va a chutar.
Para finalizar, me parecieron particularmente cutres (y hasta molestas) las escenas de la serpiente y los protagonistas. Para empezar, los encuentra tan mágicamente como les pierde, luego adecúa siempre su velocidad a la de ellos (tanto da si van a pie, en coche o en helicóptero), y además, cuando les pilla se queda ahí parada berreando, a la espera de que pase cualquier chifladura del guionista para impedir que les mate de una vez.

Es tan mala que aburre, por mucho pin, pan, pun que tenga.

No se la recomiendo a nadie.