Partiendo de una idea excepcional, la película se tuerce en intentar recrear unos personajes demasiado rocambolescos y falsos en su concepción y creación. Me explico: el guionista ha querido que los personajes se encuadren tanto en los parámetros de la película que hacen que parezcan del todo irreales. El personaje de J. Carrey es un buen ejemplo. El único personaje que me parece muy bueno es el de Kate Winslet, una actriz que, por cierto, me ha sorprendido por enésima vez con su actuación.

Pero lo peor no es lo citado anteriormente, sino que lo realmente malo de la cinta es su absurdo montaje, tan desordenado para crear originalidad que lo único que crea es un lío de tres pares de cojones. En el nudo del filme las escenas se suceden con tal necedad que el espectador no sabe que diablos está viendo. Un montaje desastroso vaya...

La dirección me parece aceptable en general, y la subtrama de Wilkinson y Dunst muy buena. Hay escenas sobrantes, pero compensa la originalidad de las situaciones en general, las actuaciones más o menos decentes, un final que se va poniendo cada vez más interesante y un diseño de producción exquisito. No llega a ser una buena película, pero si un pasarratos único, aunque olvidable. 6.0