Robert de Niro nos ofrece una película en apariencia sencilla y simple. Es una historia de mafia, de la cual Robert de Niro sale bien parado, ya que dos de sus grandes papeles son de ese tipo: Casino y Uno de los Nuestros. Detrás de esa aparente historia simple se enconde un verdadero talento por parte del director. Nos despliega una historia que se torna compleja con el metraje. Robert de Niro demuestra madurez y sabiduría y la plasma en pantalla. Además el director sabe como atraer a público y crítica por todos los costados. Se pueden apreciar claramente algunas partes excelentes, de muestra impagable de talento, y otras (sobre todo las sentimentales.) que se muestran de una manera más comercial y tópica, para que nos mantengamos con una sonrisita en la boca.

Se pueden sacar muchas reflesiones y conclusiones de todos los personajes, pero yo destacaría al trío protagonista: Padre, hijo y mafioso. El guión es un pilar imprescindible para esta obra, ya que muestra las cosas como son y sus respectivas consecuencias. Palmintieri crea un guión ameno y agradable, y con muchos tema a trata: mafia, familia, pobreza, racismo, amor... Todo en su justa medida. Puede que la película esté un poco coja por eso. Porque algunos temas están más conseguidos que otros. Da igual, el caso es que el resultado final es positivo.

Las actuaciones son grandísimas: De Niro se come sus escenas, Palmintieri también y Francis Capra resuelve con soltura un papel muy difícil. Vamos que es una película pkagada de buenas actuaciones que rematan la genial faena.

Sin duda, es grande. Y muy buena: 7.8