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México México · morelia
Voto de mikealeks:
7
Drama En un club de sexo, los cuerpos de Theo y Hugo se encuentran y se mezclan en un apasionado abrazo. Más allá de la furia del deseo y la emoción de ese primer momento, los dos jóvenes, sobrios ya en las calles vacías de vida del París nocturno, se enfrentan a su amor en ciernes. (FILMAFFINITY)
25 de octubre de 2016
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empezamos con una escena de sexo dentro de un cuarto oscuro, un establecimiento destinado a encuentros sexuales abiertos y desenfrenados entre hombres, donde solo se ven cuerpos desnudos alumbrados por luces que pintan su piel de rojo y azul, los colores de la bandera de Francia, país caracterizado por un cine transgresor, vanguardista y provocador, aquí produciendo una larga e intensa vorágine de instintivos deseos, que en un ambiente casi onírico se ve irrumpida por un asalto al corazón entre dos jóvenes participantes de la orgía que a primera vista son presa del amor y en una actitud casi hipnotizada se entregan a la carnalidad como si el mundo al rededor desapareciera, para después salir de ese idílico sueño a la realidad, lo que resulta ser París de madrugada, silencioso testigo del cúmulo de emociones que nuestros protagonistas experimentarán al saber que acaban de tener sexo de riesgo sin protección.

La película se desarrolla en tiempo real. La conversación, las confesiones y los reclamos son lo que sostienen las secuencias, la acción es poca y todo resulta sumamente sencillo, de manera que los silencios y los momentos de aparente inactividad son recurrentes, sin embargo, no hay escena en que alguna ligera tensión, un ocasional sentimiento, una palabra ahogada o un giro de actitud no esté presente, volviendo a esta una película muy humana que sin ninguna fórmula especial hace un ensayo sobre las relaciones, sobre el primer encuentro y sí, sobre el amor, que aunque manejado con un romanticismo cursi descarado, es tocado con absoluta transparencia, sin sentimentalismo manipulador ni golpes bajos, una cualidad acrecentada por la extrema naturalidad de las actuaciones, a cargo de actores amateur, reclutados por los directores a través de Facebook y cuya carencia de escuela formal es visible a la vez que afortunada dado el tono de una obra que como punto fuerte tiene la capacidad de contagiar de esas emociones reales, puras y transparentes, sin un pelo de dramatización artificial, lo cual además hace que el otro gran tema que plantea, pueda ser tomado con realismo y seriedad, y este es el SIDA.

El SIDA aquí es tratado desde un enfoque libre de la satanización y la sensibilería comunes, muy ubicado en los tiempos actuales, por momentos con cierta intención didáctica y en otro como elemento clave en la tónica emocional que los personajes cargan a lo largo de su vagar y divagar por París, haciendo notable que una enfermedad que suele inspirar inicialmente miedo, aquí es un factor de unión y fortaleza.

No obstante su sencillez, austeridad y linealidad, la dirección de cámaras es bastante cuidadosa además de que se aprovechan muy bien los escenarios y toda la puesta en escena resulta bella y de sólida realización.

Aunque al final se cae en el toque “feel good”, nunca se pierde la frescura de los personajes y al contrario, su carisma y empatía hacen del tópico algo necesario.
mikealeks
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