Media votos
4,7
Votos
3.846
Críticas
777
Listas
3
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Kingo:
7
6,6
34.554
Thriller. Drama. Comedia
Tras el fracaso de una operación, dos asesinos a sueldo, Ray (Colin Farrell) y Ken (Brendan Gleeson), reciben la orden de su jefe Harry (Ralph Fiennes) de abandonar temporalmente Londres y trasladarse durante algún tiempo hasta que se calmen las cosas a la ciudad de Brujas, en Bélgica. (FILMAFFINITY)
11 de julio de 2008
79 de 101 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ante todo vaya de nuevo mi queja, por poner de cabeza de reparto al actor que menos minutos sale. Ya es moda, pero no por ello deja de ser menos cabreante.
Ralph Fiennes no asoma el hocico en un solo fotograma hasta los veinte minutos finales de película. Eso si, borda con encaje de bolillos su personaje de mafioso a la vieja usanza, con honor, palabra dada y todo eso.
El resto de interpretaciones alcanza un nivel altísimo, aunque el señor Gleeson es incapaz de hacer mal un papel aunque la peli sea un carajo (recomiendo verle en "El general" de Boorman), el Farrell clava su rol de tio poco ilustrado con tormenta interior, y el enano racista simplemente se sale.
El guión se sustenta en un argumento que, en realidad, no da para demasiado: pero aunque haya momentos demenciales que rayen el desfase, y alguna bajada de intensidad, la verdad es que es absolutamente sorprendente el buen hacer de los guionistas.
Humor negro a cascoporro, salvajadas sin límite, diálogos que firmaría el mismísimo Tarantino, y una puesta en escena digna de los mejores Coen. Los contrastes entre la belleza de la ciudad y el feismo interior del protagonista (que odia esa ciudad), son de una poesía extraña que da que pensar.
Sobra alguna escena (spoiler), y sobre todo alguna casualidad parentesca, pero entretenida lo es por completo, deja buen regusto de boca, y se aleja con originalidad del cine que nos publicitan como novedoso, porque esta vez ciertamente que lo es.
Una vez más, Caith acierta con una recomendación... y ya van ¿cuantas?
Ralph Fiennes no asoma el hocico en un solo fotograma hasta los veinte minutos finales de película. Eso si, borda con encaje de bolillos su personaje de mafioso a la vieja usanza, con honor, palabra dada y todo eso.
El resto de interpretaciones alcanza un nivel altísimo, aunque el señor Gleeson es incapaz de hacer mal un papel aunque la peli sea un carajo (recomiendo verle en "El general" de Boorman), el Farrell clava su rol de tio poco ilustrado con tormenta interior, y el enano racista simplemente se sale.
El guión se sustenta en un argumento que, en realidad, no da para demasiado: pero aunque haya momentos demenciales que rayen el desfase, y alguna bajada de intensidad, la verdad es que es absolutamente sorprendente el buen hacer de los guionistas.
Humor negro a cascoporro, salvajadas sin límite, diálogos que firmaría el mismísimo Tarantino, y una puesta en escena digna de los mejores Coen. Los contrastes entre la belleza de la ciudad y el feismo interior del protagonista (que odia esa ciudad), son de una poesía extraña que da que pensar.
Sobra alguna escena (spoiler), y sobre todo alguna casualidad parentesca, pero entretenida lo es por completo, deja buen regusto de boca, y se aleja con originalidad del cine que nos publicitan como novedoso, porque esta vez ciertamente que lo es.
Una vez más, Caith acierta con una recomendación... y ya van ¿cuantas?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
En principio parece que sea cachondeo, y de ser asi todo iria bien, pero la parrafada que se pega el Gleeson, tras despanzurrarse en los adoquines de la plaza, está fuera de lugar y queda mal.