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Cuba Cuba · Guanabacoa
Voto de Kingo:
3
Thriller Dos asesinos de la Europa del Este, Oleg y Emil, llegan a Nueva York y deciden hacerse famosos grabando en vídeo sus asesinatos. El detective de homicidios Eddie Flemming y el investigador de incendios Jordy Warsaw, perteneciente al cuerpo de bomberos, seguirán el rastro de asesinatos e incendios realizados por los criminales con ansias de fama, que son emitidos en un conocido programa televisivo. (FILMAFFINITY)
24 de abril de 2007
32 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primero, hablar de la peli en cuestión:

Pese a tener un buen arranque, y parecer prometedora viendo a los dos malvados perpetrar crímenes cámara en mano, todo se diluye en una memez absoluta que no se sabe muy bien si es una denuncia contra la falta de escrúpulos en los medios de comunicación, si se trata de una crítica al sistema judicial de los estates, o vaya usted a saber qué extraña mezcla de acción poco activa y romance sin romanticismo nos querían narrar. El tal Burns con la misma cara de palo en toda la peli, el De Niro pasadísimo de rosca (y muy al estilo Decision crítica del Seagal), una música horrible, y un guión que aún está por escribirse, son los mimbres sobre los que se sostiene una película infumable, y aún más patética que aquel negro que lloraba porque no le dejaban apuntarse al Ku Klux Klan.

Ahora, del puñetero doblaje:

Una vez más los dobladores le ponen el acento "ruso" de peli de James Bond a cualquier personaje cuya nacionalidad esté un poco más allá de Alemania. Con ésta ya van tres veces que repito lo mismo en esta web, pero es que resulta muy irritante que un acento melodioso y muy agradable (como lo es el checo, que supuestamente tiene los malos de la peli) se convierta, por obra y gracia de unos dobladores que ya tienen lo estereotipado, en una especie de graznido gangoso sumamente repugnante. Franco la palmó, cayó el muro de Berlín, cada día hay más inmigrantes de todas las nacionalidades en este país, pero aún nos doblan las voces de los africanos como la de la chacha de lo que el viento se llevó, y la de los ciudadanos del este como lo hacían cuando el Paco aún no echaba heces en forma de melena.
Por eso mismo, mierda de oro para ellos también (la zlaty bobok que da título a esto).
Kingo
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