Curiosa serie cuyos dos primeros episodios, además de ser los mejores, fueron los únicos que en los States se emitieron por su orden. El resto se emitió de forma desordenada, comenzando por los de temática más fuerte para acostumbrar al público. Es por ello que los personajes apenas se desarrollan, y que las tramas de cada capítulo se cierran en él mismo.
La limitacion presupuestaria es muy evidente, y quizás donde más se nota es en la repentina desaparición de un personaje que en los dos primeros episodios parece importante, pero al estar interpretado por uno de los actores de la casposa serie Ally McBeal, con un -supongo, aunque no justifico- caché elevadísimo para los dineros manejados, pues puerta y humo sin aclaración de ningún tipo.
Los episodios son repetitivos a más no poder, y siempre el argumento es el mismo: algún invento se descontrola, y el sheriff se encargará de solucionarlo. Las interpretaciones están bastante justitas, la ambientación es lo mejor -aunque los sets cantan bastante-, y los efectos especiales alguna vez son excelentes, aunque por regla general también pregonan a gritos lo escueto del presupuesto.
Sin ser nada del otro jueves, y con unas limitaciones enormes, como simple entretenimiento cumple no siendo en ningún momento aburrída, y es muy llevadera al estar facturada para poder ver cualquier episodio independientemente del resto.