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Cuba Cuba · Guanabacoa
Voto de Kingo:
1
Comedia. Fantástico. Aventuras Adaptación libre de "'Un yanqui en la corte del rey Arturo'' de Mark Twain. Tras experimentar en sí misma un programa informático, Vivien, una científica del siglo XX, se traslada por accidente al reino de Camelot, en la Inglaterra medieval. Allí conoce al mismísimo Rey Arturo y a los Caballeros de la Tabla Redonda. Gracias a sus conocimientos científicos se gana la confianza del rey y de los habitantes de Camelot, pero el Mago Merlín ... [+]
2 de agosto de 2008
24 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas, muy pocas pelis, me han sido lo bastante insultantes como para hacerme levantar del sofá (en horas de dormirme una majestuosa siesta, con la tele vomitando ante mis ojos algún truño de esos "familiares" de mediodia), y conseguir que busque el mando a distancia con unas prisas similares a si me estuviese desangrando.

Hoy arrearon esta castaña, y tuve la subnormal idea de pensar que en nada me quedaría frito, que debía ser tan mala como para sobarme en minutos... pero que va: ver a la especie de señora ésta, en otra caspa-producción que reversiona por enésima vez lo del yanquee en la corte del Rey Arturo, haciendo gañotas, monadas, y otras versiones de la expresión corporal humana mas horrenda, penosa, y deprimente, sin dejar un momento de descanso a la retina, ha sido demasiado para mi alma.

Si ya me ofendió "El caballero negro", que es lo mismo pero con Martin Lawrence, esto me ha dejado sobrecogido, y con un dolor neuronal extremo. Con la del negro bajito solo tuve ganas de potar, pero esta mierda me ha dado ganas de matar. O de morir.
Cualquier cosa, antes de continuar viendo a esa mujer horrorosa comportarse como un primate, y con el agravante de creer que es graciosa.

La verguenza ajena palpable, la falta de estilo y decoro como principales armas, la carencia de orgullo, profesionalidad, ganas de entretener, y de originalidad, se dan cita en esta plasta y acaban montando una orgia. Pero es que encima la maestra de ceremonias es la Emperatriz del antimorbo, Whoopi Goldberg, la única actriz con la que jamás nadie tuvo un sueño erótico. No: nadie está tan enfermo. Hasta Kathy Bates tiene más atractivos.

Tan recomendable como eructar el nombre de la madre de tu novia, como muestra de cariño, en la cena en la que conoces a su familia. Aunque, para equipararlo a este caso concreto, habría que hacerlo de pie sobre la mesa, con los pantalones a media asta, y con un muslito de cangrejo rebozado inserto en el culo -asomando solo la pinza- y tarareando después el "I want survive", intentando imitar a grito pelao la voz de Ana Torroja.
Kingo
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