Si a finales de los noventa "Scream" marcó un antes y un después en el género de terror, "American Pie" hizo lo propio con la comedia. Y es que estamos ante una de las más desternillantes comedias de la época. Yo me rindo ante el humor de "American Pie", me rindo ante su grosería y su cierto mal gusto poco contenido, lo reconozco, a mí me hizo partirme de risa cuando la alquilé hace un porrón de años en el videoclub. Recuerdo que la copia VHS estaba hecha polvo, prueba de que la habían alquilado sin cesar, pero eso no impidió para que la pudiese visionar dentro de lo que cabe medianamente bien y que explotase en carcajadas una calurosa tarde de verano. "American Pie" no inventó nada, de hecho bebía directamente de películas ochenteras como "Porky's" o "La revancha de los novatos" o comedias descerebradas del estilo, pero supo aportar un toque gamberro distintivo, un toque que cosechó gran éxito y que la ha convertido hoy en día, a mi manera de ver, en una película de culto dentro de la comedia. Los personajes son de lo más pintorescos, tienen gancho, son divertidísimos, idem de las situaciones que van viviendo. "American Pie" será lo que sea, tonta, descerebrada, idiota, y un largo etcétera de sucesivos comentarios despectivos que le dedicaron los críticos cuando salió a la luz, pero no se puede negar que como comedia es enormemente efectiva, porque consigue hacer reir de verdad y como espectáculo también porque logra entretener con gran facilidad (que ya quisiera el señor Woody Allen con alguna de sus comedias "inteligentes" que resultan ser un coñazo absoluto). Yo le tengo gran cariño a esta película, al igual que sus secuelas (me refiero a las secuelas oficiales con los mismos personajes, no a esas mierdas bastardas que salieron directamente a DVD), las he ido viendo siendo un niño y hoy las admiro con cierto aire de nostalgia al recordar aquella época que aunque no lo parezca ya ha quedado bastante atrás. Para pasárselo pipa, es ÚNICA, no le busquéis tres pies al gato.