Siempre que me marca una película siento la necesidad de hacer una mini crítica. Esta vez la voy a hacer, pero no es necesariamente una buena crítica.

La primera parte no fue una maravilla que digamos, y aunque dicen que segundas partes nunca fueron buenas, he decidido visualizarla porque no seguía a su antecesora.

Han sido los 99 minutos peor gastados de mi vida, la película aburre de principio a fin, es que ni siquiera he encontrado los, para mi odiados, sustos fáciles, tan solo un par de escenas creepys, lo más terrorífico de esta son sus efectos especiales, malos de narices.

Y de efectos especiales quería hablar, la película está producida por, ojo, Michael Bay. Michael, querido, dedícate a las explosiones, y deja este delicado género a los profesionales, no hacen falta grandes efectos especiales para hacer un film de terror, y si los pones, hazlos bien.

En conclusión, si tenéis casi dos horas libres y no sabéis que hacer, haced algo de provecho, o id a perseguir palomas, que seguro que os lo pasáis mejor.