Atravesando el humor, podemos descubrir entre risas y carcajadas, algunas cosillas que forman parte de una realidad que no desearíamos conocer: El amor se transforma, se diluye y... se acaba. En ocasiones confundimos amor con pasión. La clave se encuentra en transformarlo y convertirlo en otra cosa. Pero ¿Qué hacemos con la pasión? Pues la solución es buena... Crear un club de machos infieles, y las esposas por su lado creando su propio club de hembras buscadoras de nuevos machos ¿A que estaría bien? Eso sí cada uno por su lado y entre semana, por la noche en cama, el matrimonio juntíto, y por supuesto, que ninguno conozca el club del otro... ¿Eh?

Soy infiel, y mi pareja también, pero ambos fingimos desconocerlo. Estamos juntos desde hace 19 años y nos llevamos de maravilla.

No le deis al dedito para abajo, o pensaré que sois un@s envidios@s de esos "CLUBES".