¿Recuerdas aquellas tardes soleadas de finales de mayo y principios de junio cuando ibas al instituto/colegio y estabas en clase de buen rollo esperando que dieran las 5 para salir?
Era una sensación de estío, de que el curso estaba a punto de acabar y quedaba poco para liberarse del yugo del profesorado y los examenes, casi graciosa en su majestad luminizada de la tarde.
Así es Muchachada Nui, surrealista, artística y soleada genialidad del humor que hay que entender si recuerdas aquellas tardes entre primavera y verano con bocatas de mortadela y desaparecidas nubes en el cielo. No todas las mentes pueden entender obras de arte inspiradas por los Goonies y los juegos del Spectrum de Amstrad, por lo que es apta para los ochenteros sin remedio y poco apta para los que busquen lógica al asunto.