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España España · Santa Coloma de Gramenet
Voto de CC Buxter:
8
Drama. Intriga Al poco tiempo de perder a su esposa Rebeca, el aristócrata inglés Maxim De Winter conoce en Montecarlo a una joven humilde, dama de compañía de una señora americana. De Winter y la joven se casan y se van a vivir a Inglaterra, a la mansión de Manderley, residencia habitual de Maxim. La nueva señora De Winter se da cuenta muy pronto de que todo allí está impregnado del recuerdo de Rebeca. (FILMAFFINITY)
4 de diciembre de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacía tiempo que quería ver "Rebecca", de Alfred Hitchcock, con la errónea impresión de que era una película de fantasmas. No lo es en el sentido literal de la expresión, pero sí que participa de la estética gótica de aquellas y, al fin y al cabo, trata de la influencia que los muertos tienen sobre la vida de los vivos. El director británico le dijo a Truffaut, en el famoso libro de conversaciones, que Rebecca no era "un Hitchcock", pero lo cierto es que este mismo tema se va a repetir posteriormente en unos de los clásicos más rotundos de su filmografía, "De entre los muertos" (Vertigo), en la que vemos a un James Stewart obsesionado por el recuerdo de su amante muerta.

El argumento es bastante sencillo. La joven interpretada por Joan Fontaine (de la que no sabemos su nombre en ningún momento), que está de viaje en Francia junto a la anciana a la que acompaña y sirve, conoce a Maxim de Winter (Laurence Olivier), un joven aristócrata atormentado por la muerte prematura y trágica de su esposa, ahogada en su propia embarcación. Al poco de conocerse, Maxim le pide que se case y se vaya a vivir con él a su mansión, Manderlay. Fontaine acepta, pero al poco de comenzar su vida en común descubre que no va a ser tan feliz como creía. El recuerdo de la difunta Rebecca de Winter se proyecta sobre ella en todo momento, ya sea en su relación con su marido, ya sea con los familiares y amigos de éste; también, y especialmente, con el ama de llaves, la truculenta señora Danvers, que estuvo enamorada de Rebecca. A estos problemas se añade, poco tiempo después, el hallazgo del bote en el que murió Rebecca...

Uno de los aspectos más logrados de la película es que, pese a que en ningún momento vemos el retrato de Rebecca, la sombra de su vida está presente en Manderlay y en quienes la habitan. Hitchcock lo logra por dos vías. Una, la de los recuerdos de quienes la conocieron; la otra, mostrando constantemente sus objetos personales, especialmente la R bordada o grabada en muchos de ellos. En relación a esto último, hay que agradecer que Hitchcock se negase a que la R saliese dibujada de entre las llamas que al final consumen Manderlay, que era lo que quería David O. Selznick, productor de la película.

Como curiosidades, añadiré que la película está basada en la novela homónima de Daphne du Maurier, y que fue la primera película que Hitchcock rodó en Hollywood, aunque lo hiciese con actores británicos. Rebecca ganó en 1940 el Oscar a la mejor película y a la mejor fotografía en blanco y negro, y fue nominada en otras nueve categorías. Bastantes años después, Lars von Trier utilizó el nombre de Manderlay para bautizar a la plantación que da nombre a su película. Otra de las anécdotas que podría señalar es que, según tenía entendido, fue a partir de esta película cuando se llamó "rebeca" o "rebequita" a la clase de chaqueta fina que Joan Fontaine lleva en la película.
CC Buxter
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