En Colombia 1800 jóvenes de barrios muy humildes fueron engañados ofreciéndoles un trabajo y dinero fuera de su ciudad y nunca regresaron. Eran reclutados, llevados al monte, los vestian con ropa militar y los asesinaban para engrosar las cifras estadísticas de bajas en la guerrilla.

Acabas la película con una sensación enorme de angustia, sabiendo que es real. Durante los títulos de crédito finales se acompañan testimonios reales de madres que explican casos de desaparición de sus propios hijos.
Es un final muy duro, como la vida en esos países, en permanente guerra irregular desde hace muchos años.

La pelicula ha sido presentada en el Festival de Cine de Málaga (22 abril 2012) y el director ha tenido unas palabras de introducción antes del visionado. Ha anunciado que después podíamos hacer un coloquio sobre la película, pero no hemos podido hacerlo: la gente, en silencio sepulcral, ha ido saliendo de la sala, algunos llorando, saludando y felicitando al director y, algunos, abrazándole como si le dieran el pésame. Ha sido muy emotivo.
No era necesario debate alguno.