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España España · Barcelona
Voto de Harry Lime:
9
Drama Roger Schumann (Robert Stack), un piloto que combatió en la Primera Guerra Mundial (1914-1918), sobrevive haciendo acrobacias con su avioneta en las ferias de los pueblos. Burke Devlin (Rock Hudson), un periodista local que se interesa por la familia de Schumann, es testigo de la decadencia del piloto, de la frustración de su mujer (Dorothy Malone) y también del sufrimiento de su hijo a causa de las bromas que mecánicos y pilotos hacen ... [+]
30 de marzo de 2007
43 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
El enorme talento de Douglas Sirk para sublimar materiales, a priori, cercanos al folletín nos dejó algunos de los mejores melodramas jamás filmados. Con “Ángeles sin brillo”,-la mejor adaptación cinematográfica de una obra de William Faulkner-, basada en su novela “Pylon”, Douglas Sirk contó, esta vez si, con un material de primera y nos dejó un soberbio melodrama, poco conocido y que reclama un lugar bajo el sol de las grandes obras maestras de la historia del cine.
Un piloto de aviación, héroe de la Primera Guerra Mundial malvive, junto con su familia, realizando arriesgadas acrobacias aéreas y participando en peligrosas carreras de aviones, de feria en feria, de ciudad en ciudad. La irrupción en sus vidas de un periodista cambiará el sentido de las mismas para siempre. Film desesperanzado como pocos, de un profundo pesimismo, Sirk nos sumerge de la mano del periodista Burke Devlin (Hudson) en el mundo de infinito dolor de unos seres atormentados, apenas sin presente y sin futuro, donde el grado de degradación moral al que es capaz de llegar Robert Shumann (Stack) será el detonante que hará estallar por los aires toda la amargura acumulada muy adentro del alma de esos seres humanos de carne y hueso, en permanente búsqueda de la redención y a los que Douglas Sirk comprende como nadie.
Vista hoy, 50 años después de su realización, “Ángeles sin brillo” emerge como uno de los más contundentes estudios sobre la condición humana, la imposibilidad de expresar nuestros sentimientos más íntimos y la infinita capacidad que podemos llegar a tener de hacer daño a las personas que más amamos. Solo al final recuperarán la autoestima y la dignidad perdidas, no sin antes pagar un alto precio en ese carnaval de la muerte en que se ha convertido el infierno de sus vidas, abriéndose la puerta a un futuro que Sirk nos muestra con un cierto atisbo para la esperanza.
Con un guión que es una autentica pieza de orfebrería y la sublime dirección de Sirk, “Angeles sin brillo” destaca por una extraordinaria utilización del formato scope, por la brillante partitura de Frank Skinner -el gran compositor de la Universal y colaborador habitual de Sirk-, pero sobre todo por la magistral dirección de actores de un Sirk que confía ciegamente en los protagonistas de otra de sus obras maestras, “Escrito sobre el viento”; con un Rock Hudson que nunca estuvo mejor en la pantalla, -¿quien dijo que era un mal actor?-, con ese monologo final donde nos ofrece lo mejor de si mismo, en una interpretación de gran calado dramático que nos corta la respiración; un Robert Stack torturado, perfecto, en un papel escrito para el y una Dorothy Malone de rostro doliente que solo con Douglas Sirk pudo demostrar su gran talento como actriz.
Una obra maestra absoluta a redescubrir y reivindicar para ver en imprescindible VOS.

Francesc Chico Jaimejuan

Barcelona 30 de marzo de 2007
Harry Lime
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