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España España · Alicante
Voto de aticus:
7
Drama La película se desarrolla en el transcurso de 24 horas, en la 17ma. fiesta de cumpleaños en la piscina del hijo del predicador, Henry Gamble. Como Henry pisa a través de diversas posibilidades sexuales, intentando llegar por su cuenta, también lo hacen los adultos y adolescentes de la fiesta, todos luchando para navegar lo público y lo privado, y sus anhelos, a pesar de sí mismos y su fe, por el amor terrenal
14 de febrero de 2019
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Herny es un adolescente que cumple 17 años y lo celebra organizando una “pool-party” en su casa, con la correspondiente barbacoa, piscina y música, a la que están invitados sus amigos y amigos de la acomodada familia. Lo peculiar es que se trata de una familia de fuertes convicciones cristianas (el padre es predicador) por lo que en un entorno distendido y alegre como es una fiesta de piscina hay temas tabú como el sexo, el alcohol o las drogas. La mayoría de invitados pertenecen a la congregación pero hay algunos extraños a ese mundo, creando una diversidad que da pie a diálogos donde se contraponen los puntos de vista de unos y otros dejando en evidencia la difícil convivencia entre dos mundos opuestos como el entorno religioso y la homosexualidad (entre otros aspectos).

Se trata un acercamiento más o menos amable (más ligero que las recientes “The miseducation of Cameron Post” y “Boy erased” pero con cierto punto dramático) a los problemas de adolescentes LGTB criados en el seno de esas familias religiosas tan habituales en la América profunda, poniendo de manifiesto los traumas que pueden provocar en sus hijos los padres que no saben gestionar un mundo tan extraño al suyo. Cuando esos adolescentes deciden salir del armario no sólo tienen que enfrentarse a la sociedad sino también a su propio entorno familiar, que en ocasiones hace incluso más daño que la sociedad.

Los actores, prácticamente desconocidos (únicamente se reconoce a Joe Keery, secundario en “Stranger Things”), interpretan de manera natural a personajes muy reales, con sus dudas, sus miedos y sus traumas, pero siempre sin cargar las tintas. Como única pega que se le puede poner que intenta abarcar demasiado, pues casi todos los personajes arrastran algún trauma por culpa de ese conservadurismo religioso que acaba saliendo a la luz en algún momento concreto.

Pese a lo dramático de la historia y la cantidad de temas ásperos que trata su visionado es apto para toda la familia sin posibilidad de incomodar a nadie. Recomendable porque te deja con buen sabor de boca y no es una película más sobre un adolescente de sexualidad confusa que se enamora de quien no debe (como a priori parece apuntar la sinopsis), dejando abierta una ventana a la esperanza y a que tras esa época confusa, todo "mejorará". Demuestra el gran conocimiento del director/guionista del material que trata (las tres películas que ha dirigido hasta la fecha son de temática LGBT) y del respeto con que trata la historia y los personajes.

Es de esas películas que debería ser de obligado visionado en los institutos para dar a conocer la realidad de estos jóvenes LGBT y con ello que deje de haber suicidios, bullying, e incluso las llamadas "terapias reparadoras" que a día de hoy existen en todo el mundo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
aticus
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