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Voto de Meroe:
8
7,6
1.444
Serie de TV. Animación. Drama. Romance. Fantástico
Serie de TV (2011). 11 episodios. Un grupo de amigos de la infancia se separa a causa de la muerte de una amiga. Ahora Jintan, un chico parte del grupo de amigos, sufre de estrés a causa del fantasma de Menma, que sigue queriendo que este cumpla una promesa que le hizo antes de su muerte. Pero para eso Jintan deberá reunir sus antiguos amigos de la infancia; el problema es que ellos han cambiado mucho... (FILMAFFINITY)
10 de julio de 2017
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué esperáis de los recuerdos? Yo deseo que al mirarlos me devuelvan un reflejo de la persona que fui, para entender la persona que soy ahora y, al mismo tiempo, me preparen para la persona que voy a ser. Parece sensato, parece maduro, pero lo cierto es que a veces me duele el pensar lo rápido que desaparece todo. Me duele el pensar en todo lo que he perdido con los años y que ya nunca recuperaré, porque ya no soy una niña. No sólo es que todo cambie con el tiempo (en parte por las arraigadas normas sociales, en parte por la propia naturaleza de la vida), es que aunque queramos retomar algunas cosas del pasado la tarea es un hecho inútil, y es que nosotros mismos ya no somos las personas que eramos entonces. De niños vivimos en la creencia de que nuestra existencia es eterna, y con ella todo lo que nos rodea ¡he ahí la ilusión más bella y trágica del ser humano! Y cuando esa ilusión se desvanece lo único que nos queda es seguir adelante, como adultos.
Aún así la mente humana es benévola y preserva en la memoria los recuerdos, generalmente atados a emociones, nuestros más preciados tesoros. Es importante visitar los laberintos de la mente de vez en cuando y revivir aquellos tiempos en que eramos otras personas y, al mismo tiempo, no lo eramos. Recordar es determinante para nuestra vida, y casi siempre va de la mano del bienestar. Sin embargo a veces ocurre que durante esas dulces visitas aparece el crudo elemento de la pérdida, y eso nos ata a la certeza de que hay cosas en nuestro pasado que nunca volveremos a tener, a tocar o a vivir. A veces recordar duele, en lo más profundo.
AnoHana me ha hecho recordar mi niñez. Mejor dicho, me ha hecho recordar que mi infancia es un tiempo pasado, una época de felicidad que nunca volverá a mi, y me ha puesto triste. Si, he llorado con éste anime, he llorado lágrimas amargas, por mi y todo lo que he perdido. Después de todo ¿Quién no ha perdido cosas -y a personas- con el tiempo? ¿Quién no desearía volver atrás y revivir ciertos momentos?
Éste anime es el retrato de un grupo de cinco adolescentes corrientes, como miles de jóvenes y prometedores japoneses aún por abrirse al mundo. Jintan, Yukiatsu, Anaru, Tsuruko y Poppo son jóvenes, enérgicos, tienen una vida fácil, un entorno que los apoya y todo un futuro por delante. Naturalmente todos ellos se conocen desde niños… pero si por casualidad se encontraran por la calle fingirian no verse; o quizás se mirarian con desdén los unos a los otros, valorando lo diferentes que se han vuelto sus vidas. Ya no son amigos, dejaron de serlo muchos años atrás. Al mirarlos ahora cuesta creer que hubiera un tiempo en el que Jintan, Yukiatsu, Anaru, Tsuruko y Poppo fueran un grupo inseparable que se hacían llamar los Super Peace Busters, que tuvieran una base secreta en el bosque y que vivieran mil y un aventuras como solo los niños pueden disfrutar. Tan solo la infantil y adorable Menma, la última integrante del grupo, recuerda vividamente esos días felices y lamenta en lo más hondo que sus viejos amigos se hayan vuelto unos extraños. Pero no hay mucho que la dulce niña puede hacer, ya que murió diez años atrás y ahora sólo puede ser vista y oída por Jintan, a quien todos toman por un pirado y un fracasado. Incluso el propio muchacho cree en un principio que la Menma que ve es el fruto de su mente desquiciada por la culpa, el hastío y los videojuegos. Sin embargo la actitud cristalina y natural de Menma pronto le hace comprender que su visión es un verdadero fantasma y, como tal, si continúa en el mundo de los vivos es porque ha dejado un asunto pendiente. Lástima que ni la propia Menma sepa porqué está ahí, así que dependerá de Jintan descubrirlo para que la joven pueda trascender. Pero no estará solo, y es que sus nuevos movimientos hacia el pasado de Menma y los Super Peace Busters llaman la atención de los antiguos integrantes del grupo; si bien no todos reaccionan igual… ni todos se creen que Menma siga estando entre ellos.
Poppo, el más entusiasta y alegre de todos, confía plenamente en su antiguo líder y está encantado con ese viaje hacia los recuerdos. Anaru lleva enamorada de Jintan desde niña, y aunque se esfuerza por aferrarse a su vida adolescente actual -amigas, móvil y ninguneo a su madre- bastará una mirada hacia Jintan para que ella se olvide de todo y le siga, aunque se enfade consigo misma. Mucho más complejo es el caso de Yukiatsu, ahora un intelectual centrado en entrar en la Universidad, que desprecia profundamente a Jintan y le congratula ver a su antiguo líder tan perdido y hundido. Tsuruko también tiene la vista fija en su futuro universitario y es con diferencia a la que menos le importan los nuevos acontecimientos, ya que para ella su vida es ahora.
Así, aparentemente tenemos un heterogéneo grupo de jóvenes formado por dos bandos: uno (Jintan, Anaru y Poppo) feliz por iniciar un viaje hacia su pasada niñez y el otro (Yukiatsu y Tsuruko), que considera que los que se quedan anclados en el pasado son gente fracasada a la que mirar por encima del hombro. Pero las apariencias a veces engañan. Aunque traten de ocultarlo con todas sus fuerzas a todos les afectó la repentina e inesperada muerte de Menma, la cual no solo provocó que los amigos se separaran cada vez más los unos de los otros, sino que individualmente les marcó de por vida. Todos llevan dentro la sombra del remordimiento.
(Sigue en spoiler)
Aún así la mente humana es benévola y preserva en la memoria los recuerdos, generalmente atados a emociones, nuestros más preciados tesoros. Es importante visitar los laberintos de la mente de vez en cuando y revivir aquellos tiempos en que eramos otras personas y, al mismo tiempo, no lo eramos. Recordar es determinante para nuestra vida, y casi siempre va de la mano del bienestar. Sin embargo a veces ocurre que durante esas dulces visitas aparece el crudo elemento de la pérdida, y eso nos ata a la certeza de que hay cosas en nuestro pasado que nunca volveremos a tener, a tocar o a vivir. A veces recordar duele, en lo más profundo.
AnoHana me ha hecho recordar mi niñez. Mejor dicho, me ha hecho recordar que mi infancia es un tiempo pasado, una época de felicidad que nunca volverá a mi, y me ha puesto triste. Si, he llorado con éste anime, he llorado lágrimas amargas, por mi y todo lo que he perdido. Después de todo ¿Quién no ha perdido cosas -y a personas- con el tiempo? ¿Quién no desearía volver atrás y revivir ciertos momentos?
Éste anime es el retrato de un grupo de cinco adolescentes corrientes, como miles de jóvenes y prometedores japoneses aún por abrirse al mundo. Jintan, Yukiatsu, Anaru, Tsuruko y Poppo son jóvenes, enérgicos, tienen una vida fácil, un entorno que los apoya y todo un futuro por delante. Naturalmente todos ellos se conocen desde niños… pero si por casualidad se encontraran por la calle fingirian no verse; o quizás se mirarian con desdén los unos a los otros, valorando lo diferentes que se han vuelto sus vidas. Ya no son amigos, dejaron de serlo muchos años atrás. Al mirarlos ahora cuesta creer que hubiera un tiempo en el que Jintan, Yukiatsu, Anaru, Tsuruko y Poppo fueran un grupo inseparable que se hacían llamar los Super Peace Busters, que tuvieran una base secreta en el bosque y que vivieran mil y un aventuras como solo los niños pueden disfrutar. Tan solo la infantil y adorable Menma, la última integrante del grupo, recuerda vividamente esos días felices y lamenta en lo más hondo que sus viejos amigos se hayan vuelto unos extraños. Pero no hay mucho que la dulce niña puede hacer, ya que murió diez años atrás y ahora sólo puede ser vista y oída por Jintan, a quien todos toman por un pirado y un fracasado. Incluso el propio muchacho cree en un principio que la Menma que ve es el fruto de su mente desquiciada por la culpa, el hastío y los videojuegos. Sin embargo la actitud cristalina y natural de Menma pronto le hace comprender que su visión es un verdadero fantasma y, como tal, si continúa en el mundo de los vivos es porque ha dejado un asunto pendiente. Lástima que ni la propia Menma sepa porqué está ahí, así que dependerá de Jintan descubrirlo para que la joven pueda trascender. Pero no estará solo, y es que sus nuevos movimientos hacia el pasado de Menma y los Super Peace Busters llaman la atención de los antiguos integrantes del grupo; si bien no todos reaccionan igual… ni todos se creen que Menma siga estando entre ellos.
Poppo, el más entusiasta y alegre de todos, confía plenamente en su antiguo líder y está encantado con ese viaje hacia los recuerdos. Anaru lleva enamorada de Jintan desde niña, y aunque se esfuerza por aferrarse a su vida adolescente actual -amigas, móvil y ninguneo a su madre- bastará una mirada hacia Jintan para que ella se olvide de todo y le siga, aunque se enfade consigo misma. Mucho más complejo es el caso de Yukiatsu, ahora un intelectual centrado en entrar en la Universidad, que desprecia profundamente a Jintan y le congratula ver a su antiguo líder tan perdido y hundido. Tsuruko también tiene la vista fija en su futuro universitario y es con diferencia a la que menos le importan los nuevos acontecimientos, ya que para ella su vida es ahora.
Así, aparentemente tenemos un heterogéneo grupo de jóvenes formado por dos bandos: uno (Jintan, Anaru y Poppo) feliz por iniciar un viaje hacia su pasada niñez y el otro (Yukiatsu y Tsuruko), que considera que los que se quedan anclados en el pasado son gente fracasada a la que mirar por encima del hombro. Pero las apariencias a veces engañan. Aunque traten de ocultarlo con todas sus fuerzas a todos les afectó la repentina e inesperada muerte de Menma, la cual no solo provocó que los amigos se separaran cada vez más los unos de los otros, sino que individualmente les marcó de por vida. Todos llevan dentro la sombra del remordimiento.
(Sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
¿Comedia? ¿Drama? AnoHana es un anime que oscila entre ambos géneros, más divertido e infantil cuando Menma entra en escena, y más profundo y realista cuando la serie se enfoca en la relación actual de éstas personas, tan diferentes y -sobre todo- que ya ni siquiera se quieren. Eso es lo que más me ha gustado de ésta serie: que no se aprovecha de su naturaleza ficticia para hacer que sus personajes en un abrir y cerrar de ojos cambien su forma de ser a una actitud poco verosímil. No, todos son consecuentes con su propio pasado y ni siquiera cuando finalmente se unen para encontrar la tarea pendiente de Menma, ni siquiera cuando dejan a un lado las tensiones y disfrutan de su tiempo juntos en la cabaña del bosque, vuelven a ser amigos. ¿Cómo podrían? No se pueden borrar diez años de silencio y gruesas murallas, y aunque en el fondo siguen siendo los mismos todos han cambiado.
AnoHana es un anime que me ha gustado mucho, si bien me produce sentimientos encontrados. Por un lado es el anime más realista que he visto nunca y como tal me enfrenta a muchas cosas, y personalmente no muy agradables, pero eso no es culpa de la serie. La historia es dulce y agradable, y todos sus personajes me han encantado, tanto su personalidad como la construcción de su psicología incluyendo a Menma, el tipo de personaje por el que no suelo sentir agrado. AnoHana a veces es alegre y tierna, otras veces dramática, y en ambos extremos la historia se desarrolla con naturalidad y fluidez; es sensible y romántica por momentos pero de un modo comedido y muy realista. Es buena, es muy buena, pero yo no la he disfrutado, no como disfruto los animes en general. ¿Porqué? Porque AnoHana es una serie tan bien construída, tan realista, que en lugar de evadirme de la realidad me ha hecho enfrentarla, me ha hecho recordar cosas que prefiero no recordar. Me ha hecho llorar desde el tercer capítulo, pero no por el destino de los personajes sino por mi propio pasado. Todo ello demuestra lo buen anime que es, pues tal es el poder que tiene, pero con toda la sinceridad del mundo enfrentarme a mi misma no es la razón por la que veo animes asiduamente, al contrario: lo hago para evadirme.
Por eso aún apreciandola enormemente AnoHana no es una serie que recomendaría a todo el mundo, si bien desde la perspectiva de la distancia puedo decir que me alegro de haberla visto.
AnoHana es un anime que me ha gustado mucho, si bien me produce sentimientos encontrados. Por un lado es el anime más realista que he visto nunca y como tal me enfrenta a muchas cosas, y personalmente no muy agradables, pero eso no es culpa de la serie. La historia es dulce y agradable, y todos sus personajes me han encantado, tanto su personalidad como la construcción de su psicología incluyendo a Menma, el tipo de personaje por el que no suelo sentir agrado. AnoHana a veces es alegre y tierna, otras veces dramática, y en ambos extremos la historia se desarrolla con naturalidad y fluidez; es sensible y romántica por momentos pero de un modo comedido y muy realista. Es buena, es muy buena, pero yo no la he disfrutado, no como disfruto los animes en general. ¿Porqué? Porque AnoHana es una serie tan bien construída, tan realista, que en lugar de evadirme de la realidad me ha hecho enfrentarla, me ha hecho recordar cosas que prefiero no recordar. Me ha hecho llorar desde el tercer capítulo, pero no por el destino de los personajes sino por mi propio pasado. Todo ello demuestra lo buen anime que es, pues tal es el poder que tiene, pero con toda la sinceridad del mundo enfrentarme a mi misma no es la razón por la que veo animes asiduamente, al contrario: lo hago para evadirme.
Por eso aún apreciandola enormemente AnoHana no es una serie que recomendaría a todo el mundo, si bien desde la perspectiva de la distancia puedo decir que me alegro de haberla visto.