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Voto de Caith_Sith:
8
Drama. Romance El guión, escrito por Kaneto Shindo, retrata la obsesión, por momentos platónica, por momentos abiertamente sexual, de una mujer casada por una bellísima joven. (FILMAFFINTIY)
20 de febrero de 2011
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Manji" es de alguna forma una precuela espiritual de la hermosa y trágica "Blind Beast" dirigida por Masumura en 1969. Temáticamente comparten ciertos puntos, códigos visuales y también el tratamiento de la pasión como catalizador, como interruptor, siempre en "on", recordándonos que en el fondo somos carne, sólo eso. La desgarradora propuesta de Masumura analiza el amor desde un punto de vista insano, pero a la vez creíble. Rabiosamente moderna y descarnadamente bella, lo que aquí se nos narra se inicia de forma inocente: una joven dibuja en clase de arte a "su mujer ideal". Rápidamente corren los rumores de que nuestra protagonista y la chica del dibujo (que toma sus rasgos de una compañera de clase) mantienen una amistad que va más allá "de lo normal"; lo cual es un problema porque una está casada y la otra, una mujer bien colocada a nivel social, está a punto de contraer matrimonio. Pero lejos de querer cerrar bocas, deciden aprovechar la situación... yéndoseles completamente de las manos.

Ni el Douglas Sirk más desatado sería capaz de crear a cuatro personajes con tantos matices como los que le regaló Kaneto Shindo (director de Onibaba, entre otras) a Yasuzo Masumura. Tomando como base una novela de Junichirô Tanizaki, el realizador consigue no sólo empapar la historia con sus tradicionales tics, sino sacar petróleo de una narración que se cuenta a dos tiempos (pasado, presente) y que navega en temas que a día de hoy aún serían motivo de controversia; no el lesbianismo, por supuesto, sino ciertos elementos que tienen lugar en el tercer acto del film, como su terrorífico final. Con "Manji" Masumura consigue dos cosas: inquietar y hacernos creer que lo que se nos cuenta pudo haber sucedido en la vida real, todo por culpa (o gracias a) la sobrenatural belleza de Ayako Wakao, una especie de ángel caído del cielo que ilumina la pantalla en cada aparición. Sus suaves rasgos y la forma en que interpreta a su personaje hacen el resto, que no es poco.

En resumen: un descarnado melodrama que se sirve de todos los recursos del género (música utilizada de forma efectista, personajes llevados al extremo) para cimentar una historia que pasa de imposible a creíble con la única aparición de un personaje en escena. Porque Mizoguchi la descubrió, pero con Masumura, Ayako Wakao se hizo mujer. Y qué mujer.
Caith_Sith
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