Un film de culto instantáneo, ni más ni menos, es lo que es "Truco o trato". Un film maldito al que le llevaba siguiendo la pista desde hacía casi dos años, momento en que fue anunciado y que se ha ido retrasando por motivos que nadie puede llegar a comprender. Definida por la crítica norteamericana como una versión en carne y hueso de "Pesadilla Antes de Navidad", personalmente prefiero quedarme con la definición que Michael Doughherty da de su propio film, "Pulp Fiction versión Halloween". Estoy totalmente de acuerdo, pero añadiría que su punto fuerte no es cruzar historias de forma bastante correcta, sin saber cómo coger los tópicos y darles la vuelta haciendo un film tremendamente divertido y paródico a la vez.

Por muchas "X Movie" que se hayan hecho, ninguna se acerca cinematográficamente hablando a los estímulos que ofrece la cinta de Dougherty, un imperfecto homenaje a la festividad de Halloween que nos presenta a varios personajes y va entrelazando sus tramas, formando un mosaico de mitos, leyendas y argumentos que funciona como un reloj. "Truco o trato" no da miedo, no lo pretende. Es graciosa si se soporta el humor negro, negrísimo (la primera historia), sorprende si se está dispuesto a ello (la trama de Paquin) y entretiene como pocas películas del ¿género? lo hacen. Comedia, terror, thriller, fantástico... ponerle etiquetas es una pérdida de tiempo.

Si hubiese que definirla de alguna forma, sería tratándola como un film que homenajea a todos esos grandes del terror sin querer nunca ponerse a su nivel. Es una obra honesta, que no da de pleno en la diana pero encierra momentos fantásticos (todo el flashback del autobús, sobre-iluminado para darle una estética de cuento), que merece la pena ver (no llega ni a los 80 minutos) y que, entre tanto terror adolescente absurdo, se presenta como un oasis de calidad y buenas intenciones. Historias cruzadas con un guión casi ingenuo, que recuerda a la fantasía inocente de R.L. Stine, creador de la serie de libros "Pesadillas" y artífice de la serie homónima. Si me piden que conteste a la pregunta, si quiero truco, o trato... la respuesta sería obvia. Así, sí: hay trato.