Vivimos en una sociedad cada vez más dominada por los medios, tanto es así que son éstos los que nos dicen qué ropa ponernos, qué alimentos consumir e incluso qué zonas del mundo visitar cuando hagamos turismo. Sin llegar a la esclavitud, estamos -indudablemente- en una posición de libertad de elección muy superficial. “Without Warning” fue realizada en 1994 como conmemoración de la histórica emisión radiofónica de “La guerra de los mundos” que hizo famoso a Orson Welles pero aún hoy, en 2012, tiene suficiente vigor porque tal cual se cuentan las cosas en la película... podría pasar algo igual y no nos sorprendería.

El film sigue, exclusivamente a través de emisiones en un telediario, la caída de tres meteoritos en varios puntos del globo y cómo periodistas, científicos y ciertos civiles que estuvieron en contacto con las rocas espaciales van lidiando con todo este problema. Película de guión, con una realización muy sencilla pero tremendamente efectiva, en la que vemos los pormenores de este tipo de situaciones con suma naturalidad. En su año, no fueron pocos los que se pensaron que iba en serio... claro, en 2012 con ir a Twitter y mirar los 'trending topics' ya no se engañaría a nadie.

Pero da igual porque aunque no llega a tener la fuerza de otras producciones catastrofistas, digamos, más 'personales' (la cumbre quizá siga siendo la británica “Threads”, heredera directa del soberbio falso documental “The War Game”), durante su hora y media funciona y nos mantiene interesados pensando en cuál puede ser el siguiente giro y cómo van a continuar con el tema. Sorprendentemente lo hace bien. Y el final es para enmarcar, un espejo donde deberían mirarse muchas de esas películas del género que no saben dónde parar. Total, una experiencia que merece la pena, un experimento que aprueba con nota y que mientras dura, mantiene interesado al respetable. Y hecho con dos duros, que es una película para la televisión americana rodada en tres escenarios... modélico.