Toei fue un estudio pionero en esto de las películas de animación, gracias a su riesgo a la hora de adaptar historias y a su total carencia de escrúpulos para determinadas cosas. "La llamada de la naturaleza" es un ejemplo de la madurez de los responsables de la compañía, una adaptación de la novela de Jack London (creador de Colmillo Blanco) en la que se sigue la vida de un perro llamado Buck, y de cómo se desarrolla su vida a través del tiempo, comenzando con un amo que le trataba de maravilla, hasta llegar a ser un perro de los que tiran de trineos en las montañas. Todo ello con diferentes subtramas entre un punto y otro de la cadena, consiguiendo que simpaticemos rápido con el chucho sin necesidad de mostrar en pantalla a un cachorrillo con los ojos brillando y abiertos como platos.

Cuando decía que Toei abordaba sus proyectos con madurez me refería a que no siempre sucede en pantalla lo que, a priori, debería aparecer considerando que en los 80 la animación aún era "cosa de niños", algo que cambiaría con Akira unos años más tarde. Y a pesar de ello, aquí tenemos sangre, perros siendo golpeados, latigazos, cadáveres y muchas más cosas que, sin duda alguna, quizá no sean apropiadas para los más pequeños. Pese a todo, considerando que dura poquito y que lo verdaderamente importante de "La llamada de la naturaleza" es su mensaje, el de tirar para adelante sin que nadie pueda quitarnos las ganas y el no dejarnos intimidar a pesar de las condiciones más duras, no cabe duda de que cualquiera puede disfrutar de su visionado tenga la edad que tenga.