Píldora que condensa en apenas cinco minutos toda la magia y poesía que ofrecían "Los Simpson" en sus mejores temporadas. En "Un largo día de guardería" vemos cómo Marge deja a su hija Maggie en la guardería al cuidado de varios educadores. Lo que sucede ahí dentro es que la bebé más longeva de la historia de la televisión intentará salvar una mariposa de su mayor enemigo, el bebé unicejo al que ya se ha enfrentado alguna vez en la serie. Historia mínima y resultados máximos porque David Silverman, responsable de dirigir el cortometraje, ha estado asociado a la serie desde los primeros cortometrajes realizados para el show de Tracey Ullman y ha realizado, además,más de una treintena de episodios. Por no decir que fue el responsable directo de dar luz a la maravillosa secuencia del Coyote en el episodio en el que Homer come unos chiles picantes.

Aquí los méritos no son menores: consigue prescindir de la palabra para narrar una historia con ecos al cine silente y que es capaz de emocionar e intrigar a través de la imagen, con algunos planos que son oro puro: el de Marge saliendo de la guardería con el pasillo deformándose, el contrapicado de Maggie que viene junto después o todas las secuencias de la "huída": ecos al noir, al western...al cine, en sí mismo, y también al teatro, cuando Maggie decide agarrarse el pecho en señal de dolor en un finjimiento maestro. "Un largo día de guardería" es pues un resumen de los mejores ingredientes del hito televisivo que es "Los Simpson", que cuenta con una dirección maestra y un guión esquemático pero muy bien ejecutado. Opta a ser nominado al Oscar, algo que debería lograr sin ningún problema, y en mi opinión es éste el trabajo que debería ganar el premio. Premiarían asi al mejor cine que se ha hecho en los últimos veintipico años (sí, la serie de Groening) y qué diablos, salvo por la incógnita de "Paperman" (que se estrenará el 25 de diciembre en España junto a "Rompe Ralph") este es el mejor cortometraje animado del año. O al menos, de los que ha seleccionado la academia. Una joya que justificaba ir al cine a ver la mediocre "Ice Age 4".