Ser familiar de una estrella de cine y servirte de eso para entrar en la industria no es precisamente un movimiento innovador: pasa continuamente. Sin embargo las cosas como son: Jake Paltrow merece estar ahi, y su "Young Ones" es una película con suficientes méritos como para merecer recomendarse a pesar de no saber llevar a buen puerto todas sus ideas de la mejor forma posible. Empezando por su problema principal, en mi opinión es el tratamiento de la faceta sentimental: todo resulta forzado, cercano a las postalitas, e incluso remite de alguna forma a los romances chorras de Nicholas Sparks no ya en el texto sino en la propia captura de la imagen, demasiado pulcra. Afortunadamente estos bloques son los menos numerosos en un film que transcurre habitualmente por un camino diferente y enfocado de la forma correcta.

Porque "Young Ones" es básicamente un western futurista dividido en tres episodios, cada uno correspondiente a un personaje masculino de una misma familia, en el que observamos cómo en una especie de postapocalípsis el agua es un bien preciado -y reducido- y eso sirve como moneda de cambio para asegurarse una buena vida. El acercamiento de Paltrow es más íntimo que épico, buscando en todo momento acercarse a sus personajes con recursos muy clásicos del western europeo (Sergio Leone está muy presente), fundidos que por anacrónicos funcionan como herramienta expresiva y un muy buen trabajo del resto del equipo técnico, destacándose una fotografía de Giles Nuttgens (habitual de Deepa Mehta) y un reparto muy bien escogido, desde Shannon -que aporta la madurez- hasta los más jóvenes Hoult-McPhee-Fanning. No es una gran película pero como (casi)debut deja las puertas abiertas a algo verdaderamente bueno en el futuro.