Kaiji es un anime psicológico que juega con la mente del espectador. Desde el principio ya va al grano y únicamente utiliza un capítulo (de los 26 que tiene) para presentar al protagonista (Kaiji-san), un ludópata con muchas deudas a la espalda. Un día, un hombre enchaquetado se presenta en su casa y le propone entrar en un crucero en el que podrá eliminar toda su deuda si gana en el juego propuesto (si veis la serie, sabréis cuál es).

Aunque al principio da la sensación de que Kaiji es un desgraciado de la vida, irresponsable, ingenuo, inútil, todo lo contrario. Su inteligencia es soberbia y su manera de resolver situaciones aparentemente imposibles es increíble (recuerda mucho en este aspecto a Death Note y la lucha psicológica entre Light/Kira y L). Los diálogos quizás se pueden hacer un poco reiterativos en ciertos momentos, pero no se llegan a hacer pesados. Los pensamientos de Kaiji se suceden todo el tiempo, con esporádicas apariciones del narrador que añade un punto más de dramatismo a la situación.

La forma de ilustrar las tácticas que sigue Kaiji es excelente. Aunque los juegos en un principio son simples y sin mucha complicación, detrás de las acciones del protagonista se esconde un pensamiento complejo que queda perfectamente plasmado en la pantalla.

Además, la dirección es sublime y consigue dejarte deseando más y más al finalizar cada capítulo (esto puede ser relativamente fácil en series con capítulos de 30/45 minutos, pero es mucho más complicado en apenas 20 minutos).

En definitiva, Kaiji es un anime genial, soberbio y tremendamente bien pensado. Transmite tensión, dramatismo y refleja la esencia real del ser humano (todo gira en torno al dinero, lo que lleva a tratar la amistad, la confianza, la justicia, el honor, la traición, el egoísmo, la avaricia...).