Quien no arriesga, no gana. En este debut cinematográfico de Jota Linares vemos un film atrevido para ser su primera vez en la gran pantalla y es algo que aplaudo. Esa valentía creo que es de admirar aún entendiendo que con las limitaciones de presupuesto no se puede hacer mucho.
“Animales sin collar” se estrena en un momento en el que su argumento es de lo más habitual en nuestro ámbito político nacional. Lideres optando a puestos de responsabilidad política con secretos en su curriculum. Tal vez ha sido casualidad, pero ha sido un gran acierto el estreno en esta época. Estar lamentablemente familiarizados con esta temática, nos hace meternos de lleno en la película y profundizar en personajes que se mueven algo confusos ante la nueva realidad que se les presenta.
La película comienza más lenta de lo que me habría gustado y con algunas escenas prescindibles. Pero poco a poco, el carisma de Nora te va atrapando y hace que entres totalmente en la historia. Una historia en la que los mejores momentos son aquellos en los que brota el miedo o la rabia.
Hay que destacar que Natalia de Molina junto a Ignacio Mateos son el sustento de un thriller que aunque podría haber sido mejor, es bueno.