La crítica había masacrado a esta película, así que tenía bastantes reservas respecto a su visionado, aún así, pensé que por lo menos me podría reír un rato.
Pero fue una auténtica sorpresa, pronto me encontré enganchada a la trama, algo surrealista, pero que engancha. Adviné el primer giro de guión sin problemas, pero el final opino que está muy bien resuelto.
Las interpretaciones son bastante pobres, sobretodo la de Daniel Craig, que se limita a poner la misma cara que en todas sus películas, demostrando que es un actor limitadísimo, se nota que se pasó el rodaje más ocupado ligándose a Rachel Weisz que intentando mover un ápice de su cara.
Un entretenido film que no decepcionará a los amantes del género. Dénle una oportunidad, se la merece.

Mi nota: 7.45