Si "Creed", el spin-off de Rocky que se estrenó en 2015 bajo la batuta de Ryan Coogler (el que sería director de Black Panther) con los actores Michael B. Jordan, Sylvester Stallone y Tessa Thompson capitaneando el reparto, era una revisitación del Rocky original desde otro punto de vista y dejando al personaje de Stallone como un gran secundario, su secuela sería una nueva versión actualizada, aunque cambiando ambientes, épocas y, ¿por qué no decirlo?, la trama, de Rocky IV (1985), con la recordada pelea entre Apollo Creed e Ivan Drago. Y es que, gente, con esta película, de alguna manera, parece como que vuelven aquellos olvidados años ochenta y ese amor-odio que existía entre Estados Unidos y Rusia.
La verdad es que este segundo asalto de Creed, esta secuela, está a la altura del film original. No está Coogler en la silla del director, pero Steven Caple Jr, que para mí es un desconocido director, ha hecho un muy buen trabajo y su dirección es magnífica. Jordan vuelve a estar brillante interpretando a Adonis Creed, muy bien secundado, entre otros, por un imbatible Sylvester Stallone como el inigualable Rocky, la guapa Tessa Thompson como la mujer de Creed y Phylicia Rashad como la madre del protagonista. Además, hay algunos rostros nuevos como son los de Dolph Lundgren (retomando su personaje de Ivan Drago, antagonista de Rocky IV) y Florian Munteanu (un pedazo de chaval que interpreta al hijo de Ivan, Victor). Las secuencias de boxeo están maravillosamente bien rodadas, son de lo más realistas. Esos golpes, el uso del sonido. Magnífico.
Es una película que te hace tuya desde el principio. Sé que Jordan ahora es cabeza de reparto, pero es que ver a dos monstruos como Stallone y Lundgren cara a cara, creía que habría pelea entre ellos. Al menos, en algunas secuencias uno puede entrever que hay ganas de ella. Hay ciertas escenas duras de visionar, y algunas de ellas no te las esperas, te pillan por sorpresa. Buen uso de las canciones (algunas de ellas cantadas por la actriz Tessa Thompson), junto a la partitura de Ludwig Göransson (Creed, Black Panther). El metraje se hace muy ligero, dos horas y diez minutos, más o menos, 130 minutos que se pasan volando, ni te da tiempo de mirar el reloj, ni falta que hace. El visionado es altamente gratificante. Gustará a los fans de Rocky y/o a los que disfrutaron de la anterior cinta Creed (2015). Mi nota final es de 9/10.