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Finlandia Finlandia · Alicante/Alacant
Voto de Kosti:
6
Drama En Addis Abeba, la abogada Meaza Ashenafi ha creado una red de ayuda a mujeres y niños pobres que necesiten la ayuda de un letrado. Se enfrenta a un hostigamiento constante por parte de la Policía y del Gobierno. Aun así, se atreve a defender a Hirut, una chica de 14 años a la que secuestraron y violaron cuando regresaba del colegio y que consiguió matar a sus raptores antes de escapar. A pesar de haber actuado en defensa propia, Hirut ... [+]
6 de junio de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos a finales de los años 90 en una pequeña aldea a las afueras de Addis Abeba (Etiopía). Hirut, una niña de 14 años, se dirige a su casa después de la escuela, pero en su camino unos hombres montados a caballo la agarran y se la llevan con ellos a una choza en medio de la nada. No somos testigos de lo que ahí ha sucedido, pero la cara de Hirut lo dice todo. La pequeña consigue afanarse una escopeta y huir del lugar, pero es perseguida hasta ser alcanzada. Es entonces cuando la verdadera odisea se cierne sobre Hirut al alcanzar de un dispara a su principal captor. En una sociedad donde las convicciones culturales tradicionales están tan arraigas, y donde se permite “poseer” a una mujer (o niña en este caso) como símbolo de un futuro matrimonio, este hecho trae conmoción, e Hirut puede ser castigada con la pena de muerte. Esto es ‘Difret‘ (Zeresenay Mehari, 2014).

‘Difret’ es una película que nace con la clara intención de servir como crítica-denuncia del trato que a las mujeres se les da en ciertas sociedades, donde se puede contraer matrimonio con una menor de edad previo secuestro y violación, sin tener en cuenta sus derechos que le avalan como individuo independiente. Esta lacra social es la que sirve de arranque en una cinta basada en hechos reales, que ha encontrado una mayor difusión internacional gracias a su productora y madrina, Angelina Jolie. Es inusual hablar de una filmografía como es la etíope, de la que conocemos pocos títulos, y es de agradecer que películas como ésta, con todo su contenido, con todo lo que narra y la intención que antes mencionábamos, pueda llegar hasta nuestra cartelera.

Es prácticamente obligado comenzar a hablar de ‘Difret’ apuntando que se trata de una historia que consigue calar hondo en el espectador, haciéndolo partícipe de un proceso injusto, de una suerte de “circo” mediático y judicial a ojos de este lado de la frontera, por el que merece la pena esforzarse para que así sea apreciado en el lado en el que sucede. Ahí es donde aparece el espíritu que encarna Meaza, una abogada que ha creado una red de ayuda para mujeres y niños con escasos recursos económicos, lo que le lleva a encargarse de casos que pueden suponer cierto riesgo para ella y su organización, como es el supuesto de Hirut, por el que Meaza se desvivirá, poniendo a policía y gobierno en su contra. Meaza encarna ese espíritu fuerte, independiente, el de una mujer hecha a sí misma que puede conseguir hacer brotar el germen de los plenos derechos para las mujeres en su país, una lucha que comienza en la base de la sociedad, donde ella se encuentra, para poder escalar y profundizar en un sistema viciado, corrupto, débil y, a todas luces, injusto con las mujeres. Su personaje entronca a la perfección con el de Hirut, ya que ve reflejada en la niña la situación a la que ella misma podría haber llegado, e Hirut puede ver en Meaza un claro ejemplo de superación y lucha, una imagen de su sueño de llegar a ser profesora en un futuro no muy lejano, sueño y esperanzas que pueden verse empañados por la desidia de un sistema patriarcal. La complicidad entre ambas actrices, Meron Getnet y Tizita Hagere, es uno de sus puntos más fuertes. Da la sensación de que estén viviendo el momento más que recreándolo, acrecentando aún más la implicación del espectador en la historia. Podríamos decir que sus interpretaciones poseen una intensidad pausada, pero muy directa.

‘Difret’ es una película que busca estremecer al espectador, pero sin caer en el enaltecimiento de ciertas escenas que podrían incomodar al público. Es un toque de delicadeza o prudencia, según se mire, que más de uno agradecerá. Fuera de este apunte, podríamos tildar a ‘Difret’ de película necesaria, de obligado visionado para ciertos sectores de la humanidad (si no para toda ella), haciendo especial hincapié en aquellas personas que aún creen y luchan por un mundo mejor para las mujeres, donde la igualdad no implique un símbolo matemático. Una película que llega algo tarde, pero ya se sabe el refrán: “Nunca es tarde si la dicha es buena“.

Una película para TODOS, para aprender una asignatura prácticamente olvidada: Humanidad
Lo mejor: La complicidad y el buen hacer de sus dos actrices principales
Lo peor: Una vez digerida da la sensación de que se queda algo corta, que le falta algo para llegar a ser esa crítica-denuncia completa que pretende ser, amen de que nos llega algo tarde.
Kosti
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